A los seis meses de la asunción de Mauricio Macri, el Banco Central de Federico Sturzenegger inauguró con el billete de $ 500 los nuevos diseños de la moneda, con imágenes de la fauna autóctona. El yaguareté vino así a romper con dos "tradiciones": la de la figura de los próceres en los billetes y la resistencia del gobierno de Cristina Kirchner a validar la necesidad de contar con billetes de mayor denominación a medida que la inflación iba mermando el poder adquisitivo. El billete de $ 500, verde como el de $ 5, empezó a distribuirse el 30 de junio de 2016. "La incorporación de la denominación de $ 500 permite que el billete de mayor valor de la economía argentina (todavía no había salido el de $ 1.000) aumente tanto su poder adquisitivo como su valor relativo medido en divisas. Además, este billete facilitará un abastecimiento adecuado de los cajeros automáticos y la reducción de los costos (de 5 a 1) y tiempos de distribución en el traslado de efectivo. También agilizará múltiples operaciones cotidianas, mejorando la calidad de vida de los argentinos", decía en ese entonces el Banco Central. Recibir newsletter En aquel momento, la administración de Macri daba sus primeros pasos, asumía Horacio Rosatti en la Corte Suprema, se votaba el blanqueo, y todavía había plata para la Reparación Histórica a los jubilados. Se hablaba de "brotes verdes" y baja de impuestos. Con esos $ 500, los argentinos podían comprar casi 33 dólares. Ahora alcanza para un poco menos de US$ 11, un tercio de lo que se conseguía tres años atrás. El dólar estaba a $ 15, 20 y la tasa "altísima" era de 31 %. Este viernes la divisa arrancó en promedio a $ 46 y la tasa es de 71,57%, más del doble. Pero hay que aclarar que había atraso cambiario en ese momento. Si al dólar actual se le quita la inflación acumulada que hubo entre junio de 2016 y abril pasado (de 133 %), el billete tendría que haber estado en $ 20. Hacían falta menos de 14 billetes de $ 500, en junio de 2016, para pagar un salario mínimo en la Argentina. Hoy, se requieren 25. Con el yaguareté, hace tres años una familia tipo podía comprar la leche para todo el mes (31 litros). Ahora, solo alcanza para 12 litros, según el listado de productos que maneja el INDEC. Hubo alimentos que prácticamente duplicaron su valor, como la banana: en 2016 los $ 500 alcanzaban para 20 kilos, y ahora solo para 10. Con la manzana sucedió algo similar. Cuando salió, con el nuevo billete se podía comprar carne para un asado para 8 personas (si se toma la media de medio kilo por persona). Ahora, no alcanza para cuatro. Pero hay productos que aumentaron todavía más, como el aceite. En 2016 se podían adquirir 16 botellas de 1, 5 litro de aceite de girasol, mientras que actualmente solo alcanza para 5. Casi la misma proporción se aplica al pollo (se podían comprar 15 kilos y ahora un poco más de 5) y al pan (de 15 a 6 kilos), una proporción similar a lo que pasó con el dólar. Con $ 500 hoy se cargan 11 litros de nafta súper hoy, mientras que hace tres años se podía casi llenar un tanque chico (39 litros). La nafta premium está bordeando los $ 50, aunque las petroleras se cuidan de que no pase esa "barrera psicológica". No solo los automovilistas vieron cómo ya hay que poner tres billetes de los verdes para llenar el tanque. Los fumadores, que con $ 500 podían llevarse 11 paquetes de la marca más famosa y tenían vuelto, hoy no llegan a pagar 6. Y hay paquetes que ya cuestan $ 100. La violenta caída del poder adquisitivo se ve en el día a día. La última muestra fue que, por primera vez, este año el azúcar fue el producto más vendido por unidad en el Hot Sale que acaba de terminar. Y la yerba estuvo entre los primeros cinco puestos, según los listados que difundió Mercado Libre. Es que hace tres años, con $ 500 se compraban 18 paquetes de medio kilo y ahora apenas 7. NE
Desde que salió, el billete de $ 500 perdió más de la mitad de su valor
A los seis meses de la asunción de Mauricio Macri, el Banco Central de Federico Sturzenegger inaugur…