Cristina Fernández dedica varios párrafos de su libro a una causa judicial a la que se aferra para intentar desacreditar el trabajo investigativo de un expediente que la complica, y mucho. Usa el llamado “Caso D’alessio”, instruido por el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, como si la evidencia que se recolectó en esa investigación ya estuviese probada y sus imputados o procesados tuvieran sentencia firme. Ocurre que eso no pasó. Incluso la Cámara Federal de Mar del Plata, integrada por los jueces Alejandro Trazza y Eduardo Jiménez deben resolver un planteo sobre la competencia del caso. El fiscal de ese tribunal de alzada, Juan Carlos Pettigiani, dictaminó que la “causa D’alessio” debe ser tramitada por otro magistrado, en otro fuero federal, con sede en Comodoro Py. Recibir newsletter Por razones que solo explican el afán de los involucrados K en casos de corrupción, buena parte de ellos repentinos querellantes en el expediente de Dolores, donde se puso en duda la actuación de las autoridades del caso Cuadernos, lo mismo que a denunciantes de la política o del periodismo de la gestión de los Kirchner, organismos de militancia en ese sector político, igual que operadores de la agrupación kirchnerista judicial “Justicia Legítima”, presionan a Trazza y Jiménez para que saquen un fallo contrario al del fiscal Pettigiani. Es decir, plantean, con diferentes variables, que Ramos Padilla debe seguir al frente de esa investigación, que busca descubrir si una supuesta red de megaespionaje fue utilizada por el actual oficialismo y parte del Poder Judicial para perjudicar a los funcionarios K presos o imputados o procesados en causas de corrupción. Clarín consultó a varias fuentes vinculadas al mundo judicial y todas coincidieron: los camaristas de Mar del Plata estaban a punto de emitir un fallo que determinaba que el caso “D’alessio” debía pasar al fuero Federal que tiene sede en Buenos Aires. Pero por razones que esas mismas fuentes consideran sospechosas, tanto Trazza como Jiménez retrasaron su decisión, y dejaron trascender a sus interlocutores que podrían ahora contradecir al fiscal Pettigiani, permitiendo así que Ramos Padilla continúe al frente de la pesquisa. Algo está pasando en la Cámara Federal de Mar del Plata, insisten las mismas fuentes, de distinto extracto ideológico. El tiempo dirá. Falta poco para saberlo.
Caso D’Alessio: "sospechas sobre la camara de Mar del Plata
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