Luego de una temporada en la que no pudo volver a ser sí mismo en el Olympiakos, de Grecia, a los 35 años Yaya Touré decidió retirarse del fútbol profesional. El volante nacido en Costa de Marfil comenzó su carrera en 2001 en el ASEC Mimosas, de su país. Un año después pasó al KSK Beveren, del fútbol belga y, en 2003, a Metalurg Donetsk, de Ucrania. En 2005 llegó a Olympiakos, donde su gran nivel lo llevó a Mónaco, de la Ligue 1 de Francia. En 2007, Barcelona pagó 9 millones de euros por su pase y desde entonces se convirtió en uno de los mejores volantes centrales del mundo. En el club catalán, bajo el mando de Josep Guardiola y junto a Lionel Messi, Touré ganó dos ligas, la Champions League 2008/09, una Copa del Rey, dos Supercopas de España y una Supercopa de Europa. En 2010, tras tres temporadas exitosas en Barcelona, el marfileño mudó su fútbol elegante a la Premier League, donde brilló en todo su esplendor con la camiseta de Manchester City. Probablemente haya sido aquí donde se vio su mejor versión, llegando incluso a anotar 20 goles en la temporada 2013/14, en la que además salió campeón, en una de las tres ligas que ganó en Inglaterra. El tiempo lo convirtió en un jugador influyente en las dos áreas, con visión de juego, pase, remate y gol. Pero también le quitó dinámica y eso hizo que Guardiola dejara de tenerlo en cuenta en Manchester City. Por eso, en la última temporada volvió a Olympiakos, donde cerró su carrera como profesional tras un año en el que apenas jugó cinco partidos, tres como titular. Además, fue el símbolo de la selección de Costa de Marfil durante más de 10 años. Fue titular en los nueve partidos que jugó en los Mundiales de Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Y en 2015, Touré levantó la Copa Africana de Naciones antes de retirarse del fútbol internacional.
