En un sorpresivo giro, el fiscal Juan Pablo Curi le soltó la mano a Carlos Stornelli y avanzó con fuertes imputaciones contra su par de Comodoro Py. Curi pidió una gran cantidad de medidas de prueba en la causa que investiga la mega red de espionaje ilegal, que incluyen llamar como testigos a los empleados de la fiscalía de Stornelli y a Mirtha Legrand y Nacho Viale, por la denominada “Operación Jaitt”. También reclamó acciones para establecer el vínculo de la Agencia Federal de Inteligencia con la banda delictiva y la participación del periodista Daniel Santoro en algunas de las operaciones. El mismo fiscal que en su momento pidió que el expediente pase a Comodoro Py, tal como reclamaba su par en rebeldía en curiosa yunta con el falso abogado Marcelo D'Alessio, ahora emitió un dictamen en donde por primera vez hace una descripción pormenorizada de los delitos que habría cometido la asociación ilícita. La novedad es que a lo largo de las 66 páginas de la resolución a la que accedió Página/12, Curi, lejos de proteger a su colega Stornelli, detalla los ilícitos que en numerosas oportunidades habría cometido el fiscal de la causa de los cuadernos, en connivencia con el falso abogado preso. De hecho, entre las medidas de prueba que solicita, incluye el llamado a testificar para los empleados de la fiscalía de Stornelli. En su dictamen, Curi incluyó una lista de delitos gravísimos en los que habría incurrido la banda de espionaje ilegal: amenazas, tráfico de influencias, extorsión, asociación ilícita y violación a la ley de inteligencia nacional. Gran parte de las imputaciones fueron contra Stornelli En Dolores, son muchos los que dicen que Curi tuvo que salir a la cancha porque ya estaba asediado por las críticas y las recusaciones. Ayer mismo se presentaron tres en su contra: pidieron el apartamiento del fiscal el abogado Maximiliano Rusconi y los defensores del fiscal bonaerense Juan Ignacio Bidone, así como del ex espía Hugo Rolando Barreiro. También en Comodoro Py se percibe el aislamiento de Stornelli, al punto que no hay una sola declaración a su favor, ni de sus pares ni de sus superiores. Es más, la semana pasada se conoció una furibunda declaración de Horacio Rosatti, integrante de la Corte Suprema, señalando en forma tácita que debía presentarse. También es un dato de importancia que los tiempos de Stornelli se acortan. Todo indica que a fines de esta semana, o durante la próxima, la Cámara Federal de Mar del Plata ratificaría a Ramos Padilla al frente del expediente. Para entonces Stornelli ya llevaría un mes en rebeldía. Muchas de las medidas solicitadas por Curi fueron consideradas atinadas por el juez y fueron ordenadas en una resolución firmada este lunes por el magistrado. El giro del fiscal queda en evidencia si se considera lo que hizo en la causa hasta el momento: Además, Curi puso la mira en el rol institucional de la AFI y el vínculo del organismo con la asociación ilícita. Ramos Padilla recogió el guante y ya le pidió a esa agencia oficial que informe si mantuvo comunicaciones con el falso abogado Marcelo D'Alessio, con los expolicías Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk y con el exespía Rolando Barreiro. El objetivo es profundizar en el vínculo. Como se sabe, los jefes de la AFI dijeron que Bogoliuk y Barreiro fueron agentes de inteligencia pero que ya habían dejado la actividad en la central de espías. Sin embargo, todo indica que la relación seguía existiendo y que la banda reportaba a la AFI. El fiscal pidió, y el jueza aceptó, que se le envíe un requerimiento al edificio de la calle 25 de Mayo para que respondan si hablaban por teléfono con los integrantes de la banda. Todo indica que en la AFI lo negarán, pero luego se abrirá paso a una investigación más profunda. En otro orden, el funcionario judicial menciona que D´Alessio junto con Bogoliuk y Degastaldi habrían espiado ilegalmente a Fernando Héctor Andujar. Se trata del dueño de la empresa "América Blindajes". En la computadora de D´Alessio había documentos sobre licitaciones para la compra de chalecos antibalas y la contratación de esa firma por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación. Según la mirada del fiscal esto no tuvo nada que ver con garantizar la seguridad ni la justicia sino con una espúrea maniobra judicial: consistía en lanzar una ofensiva contra Andújar para desplazarlo, y que las licitaciones y la provisión de chalecos pasaran a manos israelíes. El fiscal reitera las sospechas sobre el espionaje a miembros de la Corte Suprema. Todo hace suponer que se juntaba información sobre viajes y llamadas telefónicas para luego usar los datos en la guerra desatada en el máximo tribunal. Está claro que se hizo un seguimiento de Gabriel Bouzat, ex socio de Carlos Rosenkrantz, titular de la Corte. La sospecha se tradujo en un pedido de Curi para profundizar la investigación sobre el papel que jugó D'Alessio en ese espionaje ilegal y quién podría haberle encargado semejante intervención. Finalmente, el fiscal también se mete en el caso de los periodistas de Animales Sueltos, denominados Operación Jaitt y Operación Fantino. Sobre las dos cuestiones aparecieron legajos en la vivienda de D'Alessio. Lo significativo es que Curi pidió un análisis de los teléfonos de Santoro, un dato llamativo, más todavía si se tiene en cuenta que el periodista dijo públicamente que borró sus contactos y sus chats. La otra medida significativa es que Curi pidió la citación de MirthaLegrand y de su productor y nieto, Nacho Viale. Como se recordará, la conductora confesó al aire que vio cosas raras en la participación de Jaitt en su programa. Señaló que la fallecida vedette recibía instrucciones, detrás de cámara, de una integrante de la AFI: Ana Polero.
Hasta Mirtha Legrand será testigo en la causa D’Alessio
El fiscal Curi solicitó numerosas medidas de prueba y llamó como testigos a empleados de Stornelli y a Mirtha Legrand. Requirió establecer el vínculo de la AFI con la banda de espías.