El índice de inflación de marzo alcanzó el 4, 7 por ciento mensual, lo cual ubica en el 11, 8 por ciento el avance de los precios en el primer trimestre, informó ayer el Indec. El rubro de alimentos y bebidas, sensible para determinar las condiciones de vida de la población, lleva en tres meses un aumento del 15, 8 por ciento y alcanza el 64 por ciento en el último año. Con los aumentos tarifarios ya anunciados y los que todavía falta aplicar más el riesgo cambiario que crecerá con la cercanía de las elecciones, la expectativa inflacionaria para el año se ubica cerca del 40 por ciento, lo cual empeora el panorama para el poder adquisitivo del salario y otros ingresos, y profundiza la recesión económica. El Gobierno anunciará un paquete de medidas para congelar un puñado de precios y reforzar controles, herramientas de las cuales desde el presidente Macri hasta el último miembro del gabinete económico siempre renegaron. “La inflación se está desacelerando”, repetía en octubre del año pasado el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Apenas dos meses le duró el pronóstico. Del 5, 4 por ciento de octubre, los precios subieron 3, 2 en noviembre y 2, 6 por ciento en diciembre. Luego se reeditó la máquina del pifie económico del Gobierno, inaugurada con la promesa de Macri de que en su Gobierno la inflación no sería un problema y seguida por las declaraciones del por entonces ministro Alfonso Prat-Gay de que la devaluación de diciembre de 2015 no impactaría en los precios y el error de casi 35 puntos en la inflación de 2018 (meta del Banco Central del 15 por ciento frente a una suba del 47, 6 por ciento). Al revés de lo que decía Dujovne, en enero los precios se aceleraron al 2,9, luego un poco más al 3, 8 en febrero y llegaron al 4, 7 por ciento en marzo. La inflación en alimentos volvió a ser determinante para el resultado de marzo, con un aumento mensual del 6 por ciento. Entre los que más subieron está el tomate redondo (31, 3 por ciento), pollo entero (25,4), queso pategrás y queso sardo (9,5), queso cremoso (9,4), leche entera en sachet (9,4), manteca (9,2), pan de mesa (8, 6) y dulce de leche (8, 1). También subió fuerte la carne vacuna, como por ejemplo la carne picada (6 por ciento) y paleta (6,7), los huevos de gallina (7, 2) y la yerba mate (6, 9). En doce meses, el rubro de alimentos y bebidas muestra un aumento del 64 por ciento, que es el principal factor que explica la suba de la pobreza y la indigencia y el empeoramiento de las condiciones de vida. En los alimentos impacta la cotización del dólar, que terminó febrero en 40, 14 pesos y un mes después estaba en 44, 40 pesos, una suba del 10, 6 por ciento. El rubro transporte subió un 4, 2 por ciento en marzo, 9, 1 por ciento en tres meses y 67, 5 por ciento en el último año. Ese movimiento se explica por la política de tarifazos y quita de subsidios de parte del Gobierno nacional, que implicó para el AMBA la suba del boleto mínimo de colectivo de 16, 50 a 18 pesos en marzo. Además, la desregulación del mercado de naftas derivó en un nuevo aumento de los combustibles. También por el lado de los servicios públicos, en marzo se produjo el aumento del 14 por ciento en la tarifa de electricidad, que sumó al 26 por ciento de febrero. Con el inicio de la nueva temporada, la suba promedio de los precios de la ropa fue del 6, 6 por ciento en marzo, mientras que las subas de medicamentos tuvo un impacto del 3, 2 por ciento en el rubro salud. El capítulo de educación registró un incremento del 17, 9 por ciento por la suba de las cuotas de los colegios y de los útiles escolares, mientras que el aumento del 18 por ciento de Movistar definió el alza del 4, 4 por ciento del rubro comunicación. De la mano del dólar y de los altos costos financieros, equipamiento y mantenimiento del hogar subió un 3, 8. En doce meses, los bienes del Indice de Precios del Indec registran un incremento del 59, 2 por ciento y los servicios, un 47, 2 por ciento. El “IPC Núcleo” que excluye a los precios regulados y estacionales, tiene un aumento del 55, 5 por ciento frente a marzo del año pasado. Con la mitad del actual mes ya jugado, el Gobierno se remite a hacer tibias previsiones quincenales, diciendo que “la inflación de abril va a ser menor que la de marzo”, según el ministro de Producción, Dante Sica. La consultora Ecolatina calculó un 3, 7 por ciento de inflación para abril, que está por debajo de marzo pero sigue siendo altísima, por el impacto de las subas en el transporte público, servicio de gas, alimentos y bebidas e indumentaria. Con ese resultado, se alcanzaría una suba de precios del 15 por ciento para el primer cuatrimestre. Estima que la inflación en 2019 cerraría en el 39 por ciento, siempre que el dólar se mantenga en sus cauces.
NOTRE DRAME
La inflación de marzo dejó chicas las peores pesadillas del Gobierno. Impulsada por el precio de los alimentos saltó al 4, 7 por ciento y acumula 54, 7 en doce meses. Acorralado por el fracaso de sus pronósticos, Macri anuncia un improvisado paquete de medidas en las que no creen ni los propios funcionarios.