Sociedad

24 de marzo: “Abracémonos fuerte por un país distinto”

La orden del Presidente Néstor Kirchner fue tajante: “Proceda”. Y el entonces jefe del Ejército, Rob…

La orden del Presidente Néstor Kirchner fue tajante: “Proceda”. Y el entonces jefe del Ejército, Roberto Bendini, se subió a una silla para bajar los cuadros de los dictadores Jorge Rafael Videl y Reynaldo Benito Antonio Bignone. La escena transcurrió en el Colegio Militar de Campo de Mayo el 24 de marzo de 2004. Era el primer 24 de marzo de Kirchner como Presidente. Pero no fue su único acto. El mismo día, más tarde, habló en la Escuela de Mecánica de la Armada, que dejaba de serlo para pasar a ser el Museo Nacional de la Memoria. Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner ya habían recorrido los sitios donde funcionó el campo de concentración acompañados de los sobrevivientes. Mabel Gutiérrez, en nombre de 12 organismos de derechos humanos, dijo: “Esto es el fruto de que en estos 28 años los organismos de derechos humanos, los familiares, los sobrevivientes, los exiliados y el pueblo hemos mantenido nuestras banderas de verdad y justicia y preservado la memoria para que nunca más se repitan los crímenes del terrorismo de Estado”. Cuando terminó el acto, los manifestantes volvieron a entrar a la ESMA, recorrieron el parque, ingresaron al Casino de Oficiales, cantaron el himno en el salón central del edificio principal, tiraron papelitos e hicieron algunas pintadas. Fue un momento de descarga dentro del lugar que, hasta no hacía tanto tiempo, había funcionado como el campo de concentración más grande de Sudamérica. En su discurso Kirchner pidió: “Abracémonos fuertemente por un país distinto”. Y dijo cerca del final: “Hermanas y hermanos presentes, compañeras y compañeros que están presentes por más que no estén aquí, Madres, Abuelas, chicos: gracias por el ejemplo de lucha. Defendamos con fe, con capacidad de amar, que no nos llenen el espíritu de odio porque no lo tenemos, pero tampoco queremos la impunidad. Queremos que haya justicia, queremos que realmente haya una recuperación fortísima de la memoria y que en esta Argentina se vuelvan a recordar, recuperar y tomar como ejemplo a aquellos que son capaces de dar todo por los valores que tienen y una generación en la Argentina que fue capaz de hacer eso, que ha dejado un ejemplo, que ha dejado un sendero, su vida, sus madres, que ha dejado sus abuelas y que ha dejado sus hijos. Hoy están presentes en las manos de ustedes”.

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