Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y titular del radicalismo a nivel nacional, no participará de la reunión con la cúpula de Cambiemos para lograr una negociación con los postulantes a la gobernación de la provincia mediterránea. El que sí Irá es el jujeño Gerardo Morales. Recibir newsletter El mendocino tomó la decisión de no viajar a Buenos Aires mientras observaba el apoteótico show de cierre de la Fiesta de la Vendimia, este sábado por la noche. Alfredo Cornejo pegará el faltazo a ese evento de la alianza gobernante, con la decisión de no pedir renuncias en la pelea radical de Córdoba. “No le voy a pedir ni a Ramón Mestre ni a Mario Negri que bajen sus candidaturas”, dijo Cornejo y desmintió así cualquier chance de intervención partidaria en esa disputa cordobesa. Mario Negri, presidente del inrterbloque de Cambiemos en Diputados. El mandatario mendocino dijo además que la pelea entre Mestre y Negri es “un problema de Cambiemos, no del radicalismo. Y esto es producto de no tener reglas claras, con PASO promovidas por ley electoral de la provincia”. Cornejo, así, eludió que todo el lío cordobés será meramente una interna radical y asignó al Gobierno de Cambiemos la raíz de esta disputa: “El Gobierno nacional, si tiene liderazgo, como lo tiene de la política general y de la economía del país, también debería tenerlo para resolver esta problemática en Cordoba”, indicó el presidente radical. El mendocino mostró así su molestia porque desde la administración Macri acusan a sus socios radicales del culebrón cordobés. Entre las autoridades radicales esto es sostenido pues el diputado Mario Negri fue fomentado para postularse como candidato a gobernador por los propios Mauricio Macri y Marcos Peña, como por la amiga personal de Negri, Elisa Carrió. En la UCR además, prima el enojo con los casos de las provincias de Neuquén y de Río Negro, donde la Casa Rosada prefirió siempre a los postulantes provincialistas Omar Gutiérrez y Alberto Weretilneck por sobre los candidatos de la alianza Cambiemos. El mismo criterio se podría aplicar a Córdoba donde la relación de Macri con el peronista Juan Schiaretti es casi de socios de un mismo emprendimiento político. Así las cosas, Cornejo se quedará en su provincia esta semana, mientras el círculo cerrado de Macri suma enojos con el mendocino, por su antiguo pedido de moderación en los aumentos tarifarios -hoy resucitado por un informe de técnicos radicales que le entregaron al Gobierno- así como por la idea de que la UCR presente su candidato presidencial para unas PASO nacionales, disputando con el actual presidente de la Nación. Ramón Mestre, intendente de Córdoba. Esa idea había tenido otro capítulo descarnado durante la última gira presidencial a India y Vietnam, cuando Martín Lousteau habló con el enviado de Clarín y dijo que el Gobierno le tenía “miedo” a las internas. Cornejo y Lousteau mantienen una habitual y cordial relación política, amén de que el joven economista siempre elogia la gestión que hace el mendocino en su provincia. Casualidad o no, otro que participó de esa gira presidencial fue Emilio Monzó. El titular de la Cámara de Diputados de la Nación estuvo este fin de semana en Mendoza y participó de un encuentro en la COVIAR -la Corporación Vitivinícola Argentina- donde tuvo su foto no solo con Cornejo y con Gerardo Morales sino también con el peronista Juan Manuel Urtubey. Con un detalle singular: Monzó no abrió la boca y se mantuvo silencioso, en medio de su periodo y de despedida del esquema de Cambiemos. Eso sí: se dio el tiempo necesario para una charla con Cornejo, hoy en el radar de la poca simpatía del Gobierno macrista.
Alfredo Cornejo se abre de la interna: no le pedirá ni a Mario Negri ni a Ramón Mestre que bajen sus candidaturas
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