Seguridad

El turista sueco baleado en Monserrat no tiene odio ni rencor y solo piensa en volver a empezar

A Christoffer Persson, un ingeniero informático de 36 años, le dispararon en vísperas de Año Nuevo mientras caminaba con su novia. Tras la operación, se mostró optimista por su recuperación y agradeció el apoyo que recibió.

Christoffer Persson no pierde el optimismo ni el sentido del humor. El turista sueco, de 36 años, nunca se hubiese imaginado que su paso por la Argentina estaría signado por la tragedia y el milagro de volver a empezar. En vísperas de Año Nuevo, mientras caminaba por el barrio porteño de Monserrat junto a su novia, un ladrón le quiso robar el celular y, en medio de un forcejeo, le disparó en el muslo derecho. Los médicos tuvieron que amputarle la pierna. Sonriente, Christoffer no se lamenta de haber elegido este país para sus vacaciones ni llora por lo que le sucedió. Al contrario, está decidido a convertir este episodio en un desafío personal, en el que la resiliencia será su mayor aliada. En un mano a mano con Telenoche, el ingeniero rompió el silencio y aseguró que recuerda cómo fue el ataque, entre las calles Tacuarí y Venezuela el domingo 30 de diciembre. Mientras la pareja volvía a su hotel, siguiendo las indicaciones de la aplicación Google Maps, el agresor intentó robarle el celular. "Cuando lo miré, vi que estaba apuntado el arma sobre mi cabeza. La moví y ahí me dio en la pierna", explicó. Pero Persson no quiere enfocarse en los detalles de la agresión, sino en todo lo que ocurrió después. "Mucha gente se acercó a ayudarme en la calle antes de que llegara la ambulancia. Una mujer, llamada Analía, me hizo un torniquete con una toalla. Me salvó la vida", remarcó. Una vez que estuvo en manos de los médicos, el turista sintió una comodidad absoluta. Y solo tuvo palabras de agradecimiento para los profesionales que lo atendieron en el Hospital Argerich, donde fue operado de urgencia. En el mismo sentido, tampoco reprochó la decisión de los especialistas de amputarle la pierna. "No me sorprendió. Sé lo riesgoso que es que te disparen y en ese momento me sentía aliviado de haber sobrevivido. Todavía me siento así", argumentó en diálogo con Ignacio Otero para Telenoche. Persson no se anima a decir que volvió a nacer, pero manifestó que está viviendo un gran desafío personal. Ni la tristeza ni el rencor lo invaden cuando recuerda lo que sufrió. "Creo que fui bastante perezoso en mi vida. Pero ahora tengo la oportunidad de desafiarme a mí mismo y convertirme en una mejor persona", indicó. Esperanzado, el turista admitió que está ansioso por la nueva etapa que deberá afrontar. Hasta bromeó sobre cómo será volver a andar en bicicleta, uno de sus actividades favoritas. Persson aclaró que el episodio de inseguridad no marcó la forma en la que ve la Argentina. Todo lo contrario. "Quiero volver a este país el año que viene, sobre mis dos pies para poder caminar bien", adelantó ansioso. Con ganas de aprender español, para no depender de la traducción de su novia que sí maneja el idioma, repitió en varias oportunidades que se queda con las personas que conoció acá. "Me sentí bendecido por toda la gente que estuvo conmigo", aseguró. Con respecto al ladrón que le disparó, el ingeniero sueco lo describió como un "estúpido", pero rápidamente aclaró que no quiere generalizar. Tampoco quiso alarmar a los turistas que estén pensando en conocer nuestro país. Y aprovechó para halagar la comida y la cerveza. "Les diría que vengan, que tengan cuidado, pero que vengan. Las personas son increíbles", concluyó.

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