A los 11 minutos del segundo tiempo de la Superfinal de la Copa Libertadores hubo una jugada que desató la bronca de todo River. Esteban Andrada, en un intento por defender su arco, salió muy fuerte y se llevó puesto a Lucas Pratto adentro del área. El árbitro uruguayo Andrés Cunha no sólo que no cobró penal, sino que marcó falta en ataque del delantero del Millonario. Insólito. El banco de suplentes de River estalló cuando el juez no sancionó penal para River. En casi todas las repeticiones se podía ver que, en verdad, el que había llegado tarde era el arquero de Boca. Pero Cunha, luego de esperar algunos segundos, recibió la información del VAR y tomó la polémica decisión de castigar a Pratto, que todavía estaba golpeado, tendido sobre el campo de juego del estadio Santiago Bernabéu. El atacante del equipo de Marcelo Gallardo, poco después, se sacó la bronca con un golazo.
