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La noche larga de Boca: reuniones, tensión y el temor a un doping positivo

Boca siente que está solo. Siente que ni River ni la Conmebol quieren tomar una real dimensión del es

Boca siente que está solo. Siente que ni River ni la Conmebol quieren tomar una real dimensión del escándalo que se vivió ayer en el Monumental, y que no terminó en tragedia de casualidad. En los pasillos del hotel Madero, donde se aloja el plantel azul y oro, se vivió una madrugada intensa de reuniones, charlas e insomnio. Ninguno de los hombres con poder de decisión pudo siquiera relajarse en su habitación. A los futbolistas y al cuerpo técnico les ocurrió algo similar. Angustiados por lo que ocurrió en la previa de la final de la Copa Libertadores , recién cerca de las 2 decidieron darles descanso a los teléfonos celulares e intentar dormir. En una sala, un grupo de abogados trabajó desde las 23 hasta las 5 en un escrito que el club pretende presentar ante la Conmebol a primera hora. En él, dejan en evidencia todas las irregularidades que se vivieron en el estadio de River y, sobre todo, en sus inmediaciones. En especial, en el ingreso del micro que transportó al plantel, y que sufrió una emboscada en la esquina de Lidoro Quinteros y Avenida del Libertador, y cuyos videos dieron la vuelta por el mundo. El texto de los letrados busca ampararse en el artículo 8 de Conmebol, que establece en su inciso 2: "Las Asociaciones Miembro y clubes son responsables de la seguridad y del orden tanto en el interior como en las inmediaciones del estadio, antes, durante y después del partido del cual sean anfitriones u organizadores. Esta responsabilidad se extiende a todos los incidentes que de cualquier naturaleza pudieran suceder, encontrándose por ello expuestos a la imposición de las sanciones disciplinarias y cumplimiento de las órdenes e instrucciones que pudieran adoptarse por los órganos judiciales". La clave está en el final del inciso, donde dice "expuestos a la imposición de sanciones disciplinarias". El asunto es que Boca se siente derrotado antes de presentar ese escrito. El club considera que hay demasiados intereses económicos en juego para que la final se juegue sí o sí hoy a las 17. Y es por eso que Daniel Angelici estuvo durante toda la madrugada en la encrucijada de hacer o no la presentación. Porque ayer, cuando el máximo directivo xeneize fue a plantear la suspensión de la final, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez , le retrucó comprometiéndolo a que la Copa Libertadores se defina en la cancha esta tarde, y que tampoco haya reclamos posteriores. "Le pregunté a gente que conozco en España qué hubiera pasado en Europa si en la final de la Champions ocurría algo como lo que se vio hoy en el Monumental. Y la respuesta fue clara: 'La Copa va para Boca y diez años de inhabilitación para disputar torneos internacionales para River", le comentó a LA NACIÓN una persona muy cercana al cuerpo técnico xeneize, visiblemente afectado por lo acontecido ayer, y lejos de poder dormir. Claro que, con el mismo criterio, esa sanción le hubiera tocado a Boca en 2015, por la agresión con el gas pimienta en el recordado superclásico copero, y el xeneize estaría todavía suspendido y sin poder disputar el torneo continental. Existen otras preocupaciones, que están ligadas con el pedido de garantías que pretende exigir Boca para jugar. Durante la atención médica, los jugadores más afectados por los gases lacrimógenos (Gago, Tevez, Almendra, Cardona, Wanchope Ábila y Benedetto) fueron atendidos por los médicos de la Conmebol, quienes les suministraron dosis de corticoides. Gago, por caso, tuvo una reacción alérgica y durante varios minutos la pasó muy mal dentro del vestuario. Sucede que los corticoides forman parte de las sustancias prohibidas para la alta competencia. "Nadie firmó una planilla en la que quedara registrado que nos dieron corticoides. ¿Y si mañana alguno de los futbolistas da positivo?", explicaba y se preguntaba una persona con injerencia en el cuerpo técnico, donde a esta altura también sospechan del árbitro Andrés Cunha. "La Conmebol quiere jugar. D'Onofrio quiere jugar. Infantino y Macri también. Y Angelici está obligado. Vamos al muere, pero no nos queda otra", le confió alguien del círculo íntimo del plantel azul y oro a LA NACION. Boca siente que está solo.

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