Un grupo de personas que se acercaron a Santi y a su familia están ayudándolos a resolver los problemas urgentes relacionados con el tratamiento y la vida cotidiana. El nene fue brutalmente violado por el papá de un amiguito en Resistencia, Chaco. Hace tres años que está internado. Como consecuencia del feroz ataque, perdió casi la totalidad de sus intestinos. Después de haber circulado libremente por la ciudad, el acusado -apodado El Japo-, fue apresado hace poco no demasiado lejos del lugar de los hechos. El hombre, que llevó engañado a Santi a su casa, era vecino del barrio y no perpetró el crimen solo. Contó con la participación de un miembro de su familia, que tuvo un rol fundamental, pero que quedó exculpado por ser menor de edad. La esperanza de la familia es que el culpable del martirio de su hijo llegue pronto a juicio oral y público. Una de las primeras medidas que juzgaron necesarias los "ángeles de la guarda" que se ocupan de Santi fue apartar al abogado de la ONG que llevaba la causa y recaudaba las donaciones que la solidaridad pública les hacía llegar . Según testimonio de los padres, ninguna de las ayudas materiales que llegaron a la cuenta de la ONG les fueron entregadas, por eso piden que únicamente se utilice el número de caja de ahorro citado al pie de esta nota. El nuevo abogado, Paulo Pereyra, que consiguió una reunión entre los padres de la víctima y la fiscal del caso, recomienda enérgicamente a los medios de prensa que no se utilicen imágenes de Santi ni otras informaciones que puedan conducir a la identificación de la familia. El objetivo es proteger a esta familia que ya ha sufrido demasiado. Los papás tiene que viajar entre Buenos Aires y Chaco para atender a sus otros seis hijos. Además de haber sido víctimas de quienes no tenían otra intención de aprovechar la situación para lucrar, el padre sufrió un robo en uno de los viajes y se quedó sin sus instrumentos de trabajo. Se está evaluando si la solución para Santi podría ser una complicada operación. En principio, se reunió dinero para traducir la historia clínica y hacer una serie de interconsultas en el exterior. No se decidió aún si se trasladará para la intervención, porque no se sabe si el nene -que ni siquiera puede cruzar la calle para ir a Casa Garrahan- puede tolerar un viaje en avión. De todos modos, son varios los especialistas extranjeros que ya tienen la información médica y se está esperando una respuesta. La cama de hospital está cubierta de juguetes y jueguitos de play station que le hicieron llegar quienes se emocionaron con su caso. Santi no puede jugar al fútbol corriendo o haciendo goles, pero es "gallina" de corazón . El piso del Garrahan se alborotó con la visita de Rodrigo Mora, el jugador de River que el nene adora. La visita del crack le levantó el ánimo y aceptó volver a tomar las clases que había abandonado. Escribe, lee y hace cuentas, milagrosamente como cualquier alumno de su edad, a pesar de la situación que atraviesa. La dieta del paciente es muy limitada: Santi puede comer solamente helado, y sería de mucha ayuda que una heladería cercana al Garrahan pueda donar y hacerle llegar el helado que necesita diariamente, no de crema, sino de agua y fruta. También se recibe ropa, útiles escolares y material de estudio, juguetes y películas. Dicen que "las desgracias no vienen solas". A su papá le robaron en el Chaco sus herramientas de trabajo, con las que encara las changas que le permiten dar de comer a sus otros hijos. Por eso, necesita reponerlas. Acepta baldes de albañil , palas de punta y cuadradas. Precisa también una máquina hormigonera, una soldadora, un taladro, dos cuerpos de andamio con tablón y una máquina de termofusión para hacer trabajos de plomería. Por último, para acercar ayuda, la única cuenta autorizada es: AVALOS MIRTA NELIDA Caja de ahorro común en Pesos 82961/07 CBU 31100302-11000082961071
El nene brutalmente violado necesita ayuda: perdió casi todo el intestino y solo puede comer helados
Hace tres años que está internado en el Hospital Garrahan. Sus padres van y vienen de Buenos Aires a Chaco para atender a sus otros cinco hijos. En uno de los viajes, a su papá le robaron sus herramientas para poder trabajar. El acusado, que estuvo prófugo y ahora espera el juicio, es el papá de uno de sus amiguitos.