Según el Gobierno sí lo es. Se apoyan en el marco regulatorio de la provisión del gas que se rige por la ley 24.076, denominada la ley del gas. Esa norma entró en vigencia durante la presidencia de Carlos Menem en 1992. El kirchnerismo la omitió durante sus mandatos, aunque la admitió en una renegociación de 2006 que tampoco implementó por completo. El presidente Mauricio Macri decidió restablecer los marcos regulatorios para ordenar el sector. En el sector está vigente un régimen de "pass through". Las distribuidoras compran gas en dólares y se lo venden a los clientes en pesos. El precio del gas está fijado en dólares en la Argentina y en todo el mundo. Cuando las distribuidoras fijaron sus tarifas -para poder pagar ese gas-, lo hicieron con un dólar a menos de $ 20. Pero, cuando tuvieron que pagarlo, el dólar estaba entre $ 28 y $ 38. Eso originó una deuda de las distribuidoras con las productoras. Las distribuidoras notificaron al ente regulador (Enargas) de esta situación, una vez que habían consumido el 50% del gas correspondiente al invierno. La secretaría de Energía podría haber desconocido la deuda que se generó entre distribuidoras y productoras, pero quedaba expuesto a un juicio millonario, que probablemente perdería, y desalentaría inversiones en el sector. La otra opción era emitir un bono de deuda pública, algo no bien visto por el Fondo Monetario Internacional. El Gobierno informó que los clientes pagarán 24 cuotas, pero eso no se sabrá hasta la reglamentación. De todas manera, en medio del escándalo el ministro de Energía, Javier Iguacel dijo que serán de $ 90 en promedio. Hasta aquí, los hogares venían pagando distintos precios por el gas que consumen. Los sectores más adinerados (R3-4) desembolsaron un precio más cercano al real -el correspondiente a dólares por el tipo de cambio del momento- que los segmentos R1-R2, cuya tarifa era más baja. Las distribuidoras le informarán al Enargas el total de gas que le pidieron a las productoras -para entregar a comercios y hogares- entre abril y septiembre. Después, explicarán lo que pagaron por ese gas, y lo que deberían haber abonado porque el precio de sus contratos estaba en dólares, que debían cambiarse a pesos por el tipo de cambio del Banco Nación de esas fechas. Allí surgirá una diferencia, que en el sector estiman en $ 10.000 millones. La deuda de cada distribuidora es diferente y se dividirá por la cantidad de metros cúbicos que pidieron y no pagaron. El gas importado representa un tercio del consumo en invierno. Pero de eso se encarga la estatal ex Enarsa. Esa firma ya requirió más fondos públicos de los que estaban previstos en el presupuesto. El principal problema a resolver es la deuda que dicen tener los productores locales de gas. No. El principal componente de las facturas de luz es el costo monómico por generación. Ese costo se calcula en pesos. Si bien tiene un alto componente dolarizado -porque se utiliza gas, que está en moneda extranjera, aunque también al cambio oficial-, todo se estima en pesos. Las distribuidoras tampoco pudieron afrontar la suba del costo monómico por varios meses, pero la estatal Cammesa se encargó de cubrirlo, también requiriendo más auxilio de fondos públicos.
Las 7 claves sobre el aumento del gas que se pagará en 24 cuotas
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