Política

Último momento: Cristina Kirchner da "manotazos de ahogado" para voltear la causa de los cuadernos de la corrupción

Su último intento fue considerado tan berreta que hasta los oficios de Gregorio Dalbón dan una apariencia de mayor seriedad

Martínez Herrero, también defensor de Martín Carrazone, abogado sacapresos acusado de matar a su propia esposa, no hace mucho subió una foto donde estaba compartiendo un asado con Amado Boudou, Gabriel Mariotto y Máximo Kirchner. Martínez Herrero acaba de denunciar a Stornelli por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público y también encubrimiento. ¿Su argumento?: declaraciones del fiscal en las que afirmó que "José López contó cosas que pidió que no pongamos en el acta". Su acusación no parece tener ni pies ni cabeza. Sí demuestra el estado de nervios entre los integrantes de la mesa de incondicionales de Cristina. La causa de los cuadernos es, por lejos, la peor que enfrenta la ex Jefa de Estado. No comenzó el primero de agosto, cuando se hizo pública en los medios, sino tres meses antes, cuando el fiscal y el juez Claudio Bonadío empezaron a procesar las pruebas, intervenir las líneas y preparar las declaraciones testimoniales e indagatorias de los empresarios y ex funcionarios. El expediente se trabajó con sigilo y sin la más mínima filtración. Tomó a Cristina Kirchner y a su equipo de abogados por sorpresa. Ahora, cerca de la senadora temen que se den vuelta otros jugadores que sabían todo. Desde Carlos Sancho, un socio de la inmobiliaria de Máximo Kirchner, hasta Víctor Manzanares, quien cada tanto amenaza con hablar, y que anda escaso de fondos desde que le descubrieron una cuenta irregular de 250 mil dólares en Luxemburgo.

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