ROSARIO. Un exdirectivo de la empresa Sadocks, un depósito fiscal del barrio porteño de Barracas, desde donde se realizaron los envíos de efedrina en 2008 a México, fue atacado a balazos este martes a la mañana en Rosario, por dos hombres que le dispararon diez tiros cuando la víctima iba a subir a su camioneta después de haber dejado a sus hijos en el colegio. Andrés Lamboy, abogado de 45 años y yerno de uno de los condenados por el tráfico de aquella sustancia clave para la producción de metanfetaminas, quedó internado, en estado reservado, en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Está al borde de la muerte. Lamboy había declarado como testigo en la causa del contrabando de efedrina a México en 2008, caso por el cual el rosarino Mario Segovia, "el rey de la efedrina", fue condenado en 2012 a 14 años de prisión. En junio pasado la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal le fijó a Segovia una condena de 16 años, al unificar la última pena con otra de cuatro años que le aplicó el Tribunal Oral en lo Penal Económico (TOPE) Nº2 por tentativa de contrabando de importación. El mexicano Juan Jesus Martínez Espinosa también fue condenado a 14 años. Y Rubén Alberto Galvarini, suegro de Lambois, fue sentenciado a siete años de prisión. Lamboy admitió ser directivo de South American Docks SA (Sadocks) hasta 2007. Segovia fue quien suministró -según se determinó en causa- los 294 kilos de efedrina ocultos en un cargamento de 12.000 kilos de azúcar despachados desde el depósito fiscal de Barracas hacia el puerto de Naucalpán, en México, en abril de ese año. Este abogado de 45 años, vinculado actualmente a las inversiones inmobiliarias, manifestó entonces que "fue yerno del imputado Rubén Alberto Galvarini y que figuró como director del depósito fiscal Sadocks hasta el año 2007, a raíz de la disolución de su matrimonio". Admitió en su declaración que "conocía a Segovia, al que llamaba "Nicolás Mario", quien trabajó en el depósito fiscal hasta que se peleó con Galvarini". El ataque de hoy contra Lamboy se produjo en Wilde al 1200, en el barrio de Fisherton, una elegante zona del noroeste rosarino. Según fuentes policiales, este hombre de 45 años, que vive en el country Kentucky de Roldán, fue herido de diez disparos en las piernas, el abdomen y tórax. Los sicarios se movían en un Gol Trend azul con vidrios polarizados y habrían usado armas calibre 11.25. Lo interceptaron cuando iba a subir a su camioneta Dodge Ram. Según testigos, el hecho ocurrió frente a la escuela de los hijos de Lamboy, adonde los había llevado temprano a la mañana, antes de cruzar a tomar un café en el bar de un club de rugby de la zona. Después del ataque los sicarios huyeron por la calle Wilde hacia el sur. La policía recolectó en el lugar 20 vainas servidas de calibre 11.25, poco usado en los ataques de este tipo que se realizan en Rosario, mayormente efectuados con pistolas 9 milímetros. Lamboy fue asistido en el lugar y luego trasladado al HECA, donde a esta hora seguía internado en gravísimo estado. Los investigadores del ataque intentar determinar ahora cuál es el nexo entre la ejecución de Lamboy y la situación de Mario Segovia. El "rey de la efedrina", según se sospecha, traficó más de 5000 kilos de esa sustancia. Cuando fue detenido en 2008, en su casa de Fisherton, muy cerca de donde ocurrió el atentado de esta mañana, Segovia usaba la identidad falsa de Héctor Benítez, un preso que purgaba condena en Sierra Chica desde 2003. A su nombre abrió un laboratorio con el cual, según la investigación, proveía a los carteles mexicanos -y también, presumiblemente, a una cocina de drogas sintéticas que funcionaba a todo vapor en una casaquinta de Ingeniero Maschwitz. El juez en lo penal económico porteño Marcelo Aguinsky lo envió a juicio oral y público a instancias de una denuncia presentada por la Aduana, organismo dependiente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Diez tiros dejan al borde de la muerte a un testigo del caso del"rey de la efedrina
ROSARIO. Un exdirectivo de la empresa Sadocks, un depósito fiscal del barrio porteño de Barracas, des