La junta interdisciplinaria ordenada por el juez Julián Ercolini, que está a punto de terminar su trabajo para informar formalmente que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado en el baño de su casa en enero de 2015, avanzó este año con su trabajo pese a los reiterados reclamos del único imputado en la causa, el asistente informático del ex fiscal y dueño del arma que acabó con su vida, Diego Lagomarsino. Esta tarde, los jueces Gustavo Hornos y Mariano Borinsky enumeraron en un informe todas esas negativas, algunas de las cuales fueron firmadas el mismo día en que Lagomarsino las presentaba. El racconto muestra una buena síntesis de los esfuerzos del asistente de Nisman por demorar el expediente, y los del tribunal para evitarlo. Se trata del rechazo a una serie de recursos de Lagomarsino por los que cuestionaba la realización de la junta interdisciplinaria, a los miembros encargados de hacerla y a los jueces federales de las distintas instancias que deben intervenir en la causa. Veamos: El 29 de marzo de 2017, la sala IV resolvió no hacer lugar a la queja de la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Federal que confirmó el rechazo del planteo de nulidad de la junta presentado tras el dictamen del fiscal federal Taiano (en quién se encuentra delegada la investigación) que dispuso la convocatoria de la junta interdisciplinaria a cargo de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería, para establecer las causas de la muerte de Nisman. El 8 de mayo de 2017, la sala IV resolvió denegar la vía extraordinaria a la Corte Suprema solicitada por los abogados de Lagomarsino. El 31 de julio de 2017, Hornos y Borinsky resolvieron no hacer lugar a la queja de la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámaral Federal que confirmó el rechazo del pedido de recusación del perito tecnológico Ingeniero Presman, propuesto por las hijas del fiscal Nisman. El 13 de septiembre de 2017, o sea anteayer, los camaristas denegaron el pedido de Lagomarsino para discutir ese rechazo ante la Corte. El 24 de agosto de 2017, la sala IV también había resuelto no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Federal que rechazó un recurso de queja, por apelación denegada, contra la decisión de Ercolini que no hizo lugar al pedido de recusación de los peritos de Gendarmería designados para intervenir en la pericia. Es decir que le decían al asistente de Nisman por tercera vez (después del juez y de la Cámara) que los peritos no tenían objeciones. Ese mismo día, 24 de agosto de 2017, la Cámara resolvió no hacer lugar a la queja interpuesta por la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Federal que confirmó el rechazo del pedido de nulidad solicitado contra un punto del dictamen fiscal que no convocó a declaración testimonial de los peritos que realizaron la pericia psicológica. Caídos los reclamos por detener la junta, objetar sus integrantes y bajar al perito de parte elegido por Sandra Arroyo Salgado, el único imputado en la causa buscaba detener el trabajo quejándose porque no se convocó a los autores de la pericia psicológica. El 13 de septiembre de 2017, la sala IV resolvió no hacer lugar a la queja de la defensa de Lagomarsino contra la decisión de la Sala II de la Cámara Federal que había confirmado el rechazo “in limine” de la recusación solicitada por esa parte respecto del juez federal Ercolini. Mientras intentaba frenar la pericia de la Gendarmería, Lagomarsino también insistía en correr al juez de la causa.
Uno por uno, los intentos de Lagomarsino para detener la pericia de Gendarmería que le negó la Cámara de Casación
La sala IV del máximo tribunal penal del país -la misma que en diciembre pasado también ordenó investigar la denuncia del ex titular de la UFI AMIA contra Cristina- enumeró sus rechazos a varios pedidos del asistente informático.