Los cierres de los futuros del dólar, las compras "hormiga" de la gente que cobró su sueldo, los rumores sobre feriado cambiario y que los bancos habían dejado de vender billetes y el peor manejo de crisis que hizo el gobierno, le dieron más impulso al dólar que aumentó más de 15% en el día. El improvisado anuncio sobre la mayor ayuda del FMI y el no reconocimiento del problema por parte del jefe de Gabinete Marcos Peña, no hicieron más que alimentar la demanda, por momentos irracional, de divisas. Este mercado sigue siendo reducido, pero la falta de vendedores lo hace parecer más extenso que un océano. Por eso, los precios que marca cada operación son exagerados. Los montos negociados no tienen relación con esos valores. Por caso, en la plaza mayorista se operaron USD 748 millones, pero 330 millones correspondieron a los dólares que subastó el Banco Central a 5 minutos del cierre. Sin embargo, el dólar mayorista alcanzó máximos de $41, 60 para cerrar luego de la intervención oficial a 39, 25. El precio es 16, 75% más elevado que el de la rueda anterior. Es que la mayoría de los fondos de inversión del exterior se fueron y han dejado la plaza reducida a una mínima expresión. Mientras se hablaba de brotes verdes y lluvia de dólares, los negocios mayoristas superaban los USD 1.000 millones diarios, sin intervención oficial. Más importante que tener asegurado el financiamiento de 2019 y 2020, es conseguir un waiver (una dispensa) del FMI que le permita aplicar una considerable cantidad de dólares para calmar la demanda, derribar el precio y dejar compradores contusos. Cuando sucede un movimiento de esta naturaleza, los compradores pierden seguridad y viven con temor a que sus ganancias se corten sorpresivamente por otra mega intervención. Bien lo dijo Martín Redrado, ex director del Banco Central, a Infobae: "Una crisis cambiaria sólo se calma con dólares". Brasil, por caso, comenzó a aplicar este recurso de fuertes intervenciones. El jueves vendió USD 1.500 millones para bajar al dólar de 4, 21 reales a 4, 16. El principal cliente de la Argentina está en problemas, pero la crisis interna no deja ver que hay un mundo complicado. Si se llegara a solucionar el problema cambiario local, se quedará enfrente a un enemigo mayor: las tasas de Estados Unidos, la guerra comercial con China y la crisis turca. El sistema financiero local está intacto. Es la única fortaleza en medio de tantas vulnerabilidades. Los depósitos de privados en dólares al 28 de agosto, alcanzaron el nivel más alto desde que comenzó el siglo. Están en USD 28.521 millones. Duplican a los de la gestión anterior. Esto quiere decir que una parte de los dólares que se compran terminan en una cuenta bancaria. El tema que alimentó los rumores, es que los bancos no tienen, aún en épocas calmas, un gran stock de dólares en sus sucursales. Por eso le piden a los clientes que les avisen cuando van a retirar una suma más o menos importante. Lo cierto es que en bancos y casas de cambio la disparidad de precios era un abanico que iba desde $40 a $44. Cuando más lejos del centro de la Ciudad estaba la sucursal bancaria o la casa de cambio, más caro se cobraba el billete. El cierre promedio de este dólar subió $5, 37 a $39, 77. Reservas, ADRs, riesgo país Las reservas del Banco Central, bajaron USD 510 millones a 53.793 millones por la subasta de 330 millones que se hizo a las 14.55 y porque se perdieron 49 millones ante la caída de las principales monedas del mundo ante el dólar. El riesgo país subió nada menos que 6, 32% a 774 puntos básicos. Una cifra que lo aleja de cualquier posibilidad de emitir bonos en dólares en el exterior. Esto se debe a que los bonos en divisas subieron menos que el billete. Por caso, el Bonar 2024, que es el título en dólares de referencia, aumentó 14, 70% y el Bonar 2020, 14,85%, tres puntos menos que el dólar. Los negocios en la plaza de bonos de la deuda, fueron reducidos: $13.437 millones que demuestran que hay más interés por el dólar billete que por los títulos públicos. La Bolsa tuvo dos caras: en Buenos Aires subió 5, 34% con un excelente monto de negocios de $ 1.710 millones. Pero si se compara el promedio del Merval con el alza del dólar, las acciones, medidas en divisas, bajaron. Ninguna acción líder subió más que el dólar. Petrobras que aumentó 13, 52% estuvo por debajo de la suba del billete norteamericano que superó 17%. La debacle fue mayor en Wall Street, donde los ADR's argentinos, certificados de acciones que cotizan en dólares, perdieron hasta 18, 23% como fue el caso de Edenor. Pasado el fin de mes, el dólar se va a calmar. No quiere decir que no siga en alza, pero de ninguna manera será a estos niveles exagerados. La cotización del "blue" en $40, es decir casi pegado al dólar oficial, es una señal. Hasta el día anterior lo separaba una brecha de hasta $1, 50. El mercado aguarda medidas, pero la más válida sería que Luis Caputo, el titular del Banco Central, tenga a su disposición una cifra importante de dólares para vender. Lo demás es maquillaje. Como corolario al mercado, y para ser original con la gastada figura de "la tormenta perfecta", después del cierre se desató una fuerte lluvia que fue seguida por una granizada de 15 minutos que se inició pasadas las 17.00. Algunos dicen que la lluvia trae buen augurio. El viernes será un buen día para ver si se confirma la creencia popular. Sin los problemas de vencimientos de dólar futuro, hay una importante parte del mercado que se retira y que deberá rever los precios del dólar a fin de setiembre que marcaron $40. Por otra parte, el dólar desde el lunes deberá competir con una tasa de interés de 5% mensual, con bancos que verán reducida su disponibilidad de dinero en $100 mil millones por la suba del encaje y por una plaza seca de pesos. Todos ingredientes que aseguran una recesión más profunda. Cuando los gobernantes no hacen el ajuste, lo hace la economía y la economía siempre es más cruel que los funcionarios. Seguí leyendo: Nicolás Dujovne: "Este es el único rumbo, vamos por el buen camino"
