Mario Quintana interrumpió la exposición del banquero y fue directo: “Usted está equivocado, la investigación de los cuadernos no afectará la economía argentina”. Los “lobos” de Wall Street volvieron a la carga con datos concretos, durante la reunión secreta que tuvo lugar en Manhattan: hablaron del desplome productivo y de la alta inflación. Quintana contraatacó: “La situación es distinta. En Brasil se denunció corrupción de funcionarios que estaban en el gobierno”. Y concluyó: “En Argentina los involucrados son todos funcionarios del anterior gobierno”. El tenso diálogo ocurrió hace una semana y no convenció a los inversores. En Wall Street creen que la investigación recién empieza y que puede generar muchas sorpresas. La información que circula entre los banqueros internacionales es que el gobierno de los Estados Unidos está dispuesto a colaborar con información confidencial sobre la ruta del dinero, bancos y cuentas utilizadas para esconder los sobornos del kirchnerismo. Ponen como única condición que la investigación sea seria y que las principales pesquisas estén a cargo de la Justicia argentina. En otras palabras: están dispuestos a colaborar, pero si Claudio Bonadio obtiene primero los indicios necesarios de las cuentas. Washington no quiere quedar como el impulsor de la investigación, aunque está claro que ve con beneplácito la limpieza de la corrupción en América Latina. El objetivo: frenar el avance de China, que utiliza -según Donald Trump- cosas así como arma diplomática de expansión. Estados Unidos está en condiciones de acceder a esos secretos financieros. De hecho, en el sistema bancario internacional dicen que Washington ya tiene muchos detalles de las cuentas de la corrupción K. El Gobierno en forma informal habría sido notificado del apoyo de EE.UU. a la investigación. El Tribunal también estaría al tanto. Por eso, los argumentos de Quintana sobre el nulo impacto recesivo no convencieron: todos tiene la información de que los bancos internacionales, e incluso locales, suspendieron la financiación a los PPP de la obra pública. Eduardo Eurnekian debió poner en caución 210 millones de dólares, para garantizar el primer año de trabajo. Ayer, el propio Mauricio Macri lo admitió: “El proceso de los cuadernos va a profundizar la recesión”. José Luis Morea -secretario del programa PPP- convocó hoy de urgencia a los constructores: en el exterior desechan la idea del fideicomiso y los empresarios quieren postergar el plan por 90 días. Quintana percibió la desconfianza que había en el ambiente, durante la reunión en EE.UU. Junto a él estaban el vice del Banco Central, Gustavo Cañonero, y el secretario de Finanzas, Santiago Bausili. Clarín reconstruyó en detalles lo que ocurrió en el hermético encuentro. Hubo “memos” que circularon en Wall Street y hasta uno de los financistas “grabó” las definiciones calientes y sin filtro de los funcionarios. El banquero no cumplió el compromiso de confidencialidad. En ese audio se escucha -todo en inglés- que los gurúes de Manhattan fueron directos: sembraron dudas sobre el cumplimiento del acuerdo con el FMI, hablaron de la posibilidad que la Argentina no pague sus deudas a tiempo e insistieron con la actual incertidumbre política. También en la reunión el vicejefe de Gabinete cometió un sincericido: “Hay mejoras en el frente fiscal que no se pueden anunciar porque nos perjudicaría en lo político, como por ejemplo la caída del salario real”. Fue cuando dijo que la meta fiscal del 1, 3 % era innegociable. Un banquero fue directo: “¿Qué garantías hay de que Macri será reelecto?", preguntó. Bausili y Cañonero enmudecieron. Otra vez Quintana tuvo que tomar la palabra: “ Los cuatro candidatos mejor posicionados son todos de Cambiemos: Macri, Vidal, Larreta y Carrió. Eso asegura el triunfo”. Después habló de Cristina y de su eventual detención: “Debido a los cuadernos de la corrupción, está garantizado que Cristina no puede ganar un balotaje”. Agregó: “El hecho de que Cristina puede ser candidata aún presa impide que surja algún otro peronista con posibilidades”. Y terminó lapidario: “El peronismo racional no existe electoralmente”. Bausili y Cañonero tragaron saliva: del inexistente -para Quintana- Peronismo Federal depende la clave aprobación del Presupuesto. Este jueves, Luis Caputo fue testigo de las dudas que genera en el exterior la aprobación del Presupuesto. El titular del BCRA explicó la situación argentina en Jackson Hole: está en la cumbre de presidentes de Bancos Centrales. Pero en Manhattan las preguntas fueron sobre una eventual renegociación de la deuda. Bausili intentó calmar las versiones: “Para el 2019 nos faltan 7.500 millones de dólares”. La voluntarista explicación fue esta: “El año próximo va a caer por 21.000 millones de stock de Lebac. Creemos que un tercio de eso va a parar a las Letes y así nos aseguramos el financiamiento”. Pero como advirtió que se repetían los interrogantes, Cañonero trató de tranquilizar a los inversores. Habló de un plan B. Así lo dijo: “Yo quiero decirles que el acuerdo con el FMI se puede ampliar o acelerar”. Y terminó: “Es el plan B que tenemos guardado, para el caso de que las cosas se compliquen”.
Estados Unidos podría aportar datos sobre la ruta del dinero de la corrupción
La información que circula entre los banqueros internacionales es que el gobierno de Trump está dispuesto a colaborar con información confidencial sobre bancos y cuentas utilizadas para esconder los sobornos del kirchnerismo. Mario Quintana interrumpió la exposición del banquero y fue directo: “Usted está equivocado,