Hora límite, 0.30. El restaurante La Raya ahora pierde a uno de sus célebres comensales más temprano. "Ya no trasnocho", explota el vozarrón cavernoso de Alfio Basile . ¿Habrá que creerle? La atmósfera del bar en Palermo se llena de anécdotas, aroma de café y esos códigos tangueros que lo retratan. "En vez de dos whiskies, uno; menos copas de vino y la recomendación del médico de que trate de no fumar. Y digamos que me porto bien, bastante bien", confiesa el hombre que ahora recuerda con humor la fuerte descompensación que el año pasado lo llevó de urgencia al Sanatorio de los Arcos. "Me desperté y creí que estaba en la NASA, había mil pantallas en la sala de imágenes. Me revisaron todo y hasta me descubrieron una pubalgia que debe venir de los '70, cuando jugaba. Pero estoy un fenómeno. !", y otra vez estalla como un trueno. Y una electricidad se apodera hasta de los rincones. "No, no me rompas los huevos porque me largo a llorar", advierte Basile. ¿De repente se enfureció? Al contrario, aparece el costado más afectuoso del 'Coco'... A los 74 años, el gigante de casi 1, 90 metro se acurruca en la silla, se conmueve porque extraña tanto a Perfumo, al 'Panadero' Díaz... "Me acuerdo a cada rato de ellos, más cuando me acuesto a dormir. El 'Pana' era mi hermano, y con Roberto concentrábamos juntos. Fumábamos, tomábamos, los tres hacíamos lo mismo. Fumadores, tomadores y salidores, pero en la cancha corríamos más que Centurión ." Él elige traer a escena a Ricardo Centurión. Y la charla ingresa en la mágica dimensión del tiempo. "¡A nosotros nos tendrían que haber echado! Pizzuti era soltero, tenía cuarenta y pico de años y salía de noche... y nos encontraba en los boliches. No nos decía nada. A la otra mañana, antes de entrenar, nos teníamos que desnudar y él anotaba el peso en una carpetita. Llegábamos sin dormir, ni él ni nosotros. No nos daba bola, ni buenos días nos decía. Pero después contaba por ahí. 'Y qué querés que haga, ¿qué los saque del equipo? Si después los domingos estos me ganan los partidos. Corren como locos, son jóvenes'. Nos decía algo algunas veces, pero nos seguíamos encontrado en los boliches de moda, en Mau-Mau, había otro en Santa Fe y Austria, también paraba en Ocho y medio... Era soltero y salía, después se casó con una chica de Avellaneda que tenía un kiosco y ella nos vendía fasos. Pero el secreto era que ganábamos, si llegábamos a perder seguro que nos mataban". Un Basile genuino. -¿A quién le hubiese gustado dirigir? -A Centurión. Y le diría algunas cosas sin que se enteren ustedes. Y si me falla dos veces, lo cago. Le perdonaría una, pero sin decirle que lo perdoné. Habría que quitarle algunas cositas, pero juega bien. Y me gusta mucho Lautaro Martínez. A Dybala lo tengo menos, juega bien, pero me parece que le falta un poquito de velocidad, de cambio de ritmo. Tiene habilidad, buena pegada, pero creo que le falta laburarlo un poquito más en reacción y espacios reducidos. -¿A Icardi lo persiguió un tema extra futbolístico? -No estuvo proscripto por eso, es que adelante los tuvo a Higuaín y a Agüero, que están entre los mejores del mundo. Para mí, no tenía lugar. Ahora, en el ambiente del futbol es jodido hacer lo que hizo él. Más en el tiempo nuestro, ahora no sé. En esa época lo cagaban a trompadas, lo echaban del vestuario y se tenía que ir a jugar a Francia. No le podés cagar la mujer a un amigo nuuuuuuunca. -¿El jugador le puede hacer un planteo al DT? -Hay formas. Una cosa es que venga y te diga 'así no me gusta jugar a mí, tenemos que jugar de tal manera. ' Así no. go home. Ahora, si el tipo te viene amablemente: 'disculpe míster, que le parece si tal cosa, yo me siento un poquito más cómodo más allá'. Con respeto, ¿cómo no lo vas a escuchar? Si no somos tiranos. Los jugadores saben más que nadie en qué lugar rinden más, pero eso no significa que sepan con qué compañero rinden mejor. Y ahí está el técnico. -¿Qué es más importante para un entrenador, saber de fútbol o liderazgo para manejar un grupo? -Las dos cosas. Si no sabés de fútbol, el jugador te pesca enseguida. Te estudia. Le decís dos o tres pelotudeces y no te da más bola, que puede ser lo que le haya pasado a Sampaoli en la selección. Y la conducción del grupo es fundamental. La presencia, el carisma del técnico es fundamental. Y eso te lo da Dios. El 'Flaco' Menotti entra acá y lo miran todos, aunque no supieran quién es, porque tiene un imán. -Le gustaría que desde la AFA lo consulten para diagramar el proyecto de la nueva selección? -¿Qué es el proyecto? No sé si me gustaría, sí digo que colaboraría. Pero hay que ver qué quieren ellos. Acá lo importante son los jugadores y es fundamental saber elegirlos. El técnico de selecciones es el que menos tiempo tiene para trabajar en el campo, por eso tenés que ser inteligente para elegir sociedades. Tenés 7500 jugadores para elegir, entonces el tiempo de trabajo se reduce cuando hay calidad técnica. Eso suple el tiempo de trabajo. Los más burros tienen que entrenar más y ser más tácticos, los cracks necesitan mucho menos. Y Argentina tiene jugadores para elegir, pero si te equivocás, cagaste, porque no hay tiempo. -¿Quién sería su técnico? -Yo pongo al Cholo (Simeone). Un ganador de alma, con mucho carácter y temperamento. Es inteligente, vivo, tiene potrero. Pero hay muchos técnicos buenos en la Argentina, por eso laburan en todo el mundo. Pero soy muy subjetivo, yo al Cholo lo quiero, a mí me sacó dos veces campeón, en las Copas América del 91 y del 93. Lo conocí con 18 años y lo puse en la primera de Vélez. Yo le tiré la 10 de la selección cuando Diego estaba suspendido. Y se la puso. -¿Es tiempo de renovación en la selección? -Me parece bien que hayan nombrados a todos muchachos nuevos. Ahora, a Messi no hay que romperle las pelotas, déjenlo en paz, no hay que joderlo. Que pierda la AFA unos mangos en los amistosos si es necesario, pero ahora déjenlo en paz. Y si se arma un equipo que anda bien, que juega suelto porque no hay exigencias, y así llegamos a la Copa América del año que viene, bueno, ahí lo traés directamente a Messi. Pero a Messi, a nadie más. Ahora, si antes de la Copa ves que con el equipo no pasa nada, que no hay perspectivas de nada, y los otros la siguen rompiendo en Europa, y bueno, si tenés que traer tres más, traelos. -¿Usted que haría con los históricos? -Ahora que no aparezcan, que se queden en sus clubes, que sigan demostrando allá y nos les rompan más las bolas para jugar contra Guatemala. Ahora hay que aprovechar para ver a los pibes nuevos. Para el próximo Mundial faltan cuatro años y medio, y lo lógico será que lleguen mejor los jóvenes que los veteranos. No salimos campeones, pero esta fue una generación de buenos jugadores. Dios quiera que no los extrañemos porque los que vengan sean mejores, pero estos fueron buenos. -Scaloni. -Ni debutó, pobre muchacho. Para él es una oportunidad bárbara de aprendizaje y de que su nombre suene en el mundo. Cuando empezás a dirigir a la selección, por más que no te conozca nadie, ahí te empiezan a conocer. Mirá cómo son las vueltas de la vida, ¡quién se iba a imaginar que Scaloni iba a dirigir a la selección! Mirá que Sampaoli tenía 11 ayudantes en Rusia, ¡11! Fue un Mundial raro, si creo en todo lo que dicen. Qué distinto es dirigir a Chile que a la Argentina, Argentina es enorme. No es para cualquiera dirigir a la selección argentina, es difícil, es jodido. -El último título de la selección fue la Copa América 93. Usted era el técnico. -No lo puedo creer. ¡Se cumplieron 25 años! Ya es un karma, porque merecimos ganar algunos títulos en el medio, tuvimos mala suerte. -Tiene un récord que. -Ya sé, el de Messi y Maradona, ningún técnico los dirigió a los dos. Yo solo. Y nadie me lo va a sacar a ese récord. Ahora le doy más valor que antes. Yo lo tuve a Maradona cuando terminaba su carrera, siempre suspendido estaba, él y Cani con eso de los doping. y en cambio a Messi lo agarré con 19 años. Son la antítesis. Son dos extraterrestres, no son normales. Y el otro fue Pelé, esos tres, después nadie más. En Europa dicen que el mejor de todos los tiempos fue Di Stéfano, no llegué a verlo. Jugaba por todo el campo, un jugador moderno en esa época. Pero yo no lo vi. -¿Qué opina del torneo local? -Soy un enamorado del fútbol, me gusta, pero hay mucha menos técnica que antes, y los jugadores se van en seguida. Aparece uno que pinta para crack y se raja. ¡Mirá Lautaro! ¿Cuánto estuvo? ¿20 partidos? Pero igual veo todo, el fútbol es la pasión. Por eso los hinchas siguen yendo a la cancha. A veces me pregunto: '¿a qué van, qué van a ver?' Es la pasión. Van igual, van igual. Y eso que en la tele se ve mejor, yo veo los partidos diez veces mejor que en la cancha. -Hay una nueva camada de técnicos. -Hay muchísimos y está muy bien. Hay algunos que no conozco. A Dabove, el de Godoy Cruz, ¿vos lo conoces? Soso, el que estaba en Gimnasia. ahora volvió Pedrito. Pero esperá, esperá, hay más. Vojvoda, Beccacece. Los coloca este Bragarnik, ¡es un pulpo! -Guillermo (Barros Schelotto). -. dudaba del carácter que podía tener frente a un plantel. Hacen buena yunta con el hermano, y cuatro ojos ven más que dos. Yo lo tuve poco, y lo dejé mucho en el banco porque elegí a Palacio. Y ahí prácticamente terminó su carrera, porque después ya se fue al Columbus. Pero nunca dijo nada, se la comió, y eso lo tengo muy en cuenta porque él era una estrella en Boca. -¿Qué le parece el VAR? -A mí no me gusta, pero a veces, a veces, hay tantas injusticias, que en cierto momento lo requerís. Pero hay que decir sí o no, entonces prefiero la equivocación del árbitro. Que no me corten el juego, que el tipo vaya a ver. Prefiero el riesgo de la injusticia. Sí esa señal de alarma, la que les avisa si la pelota cruzó la línea. -¿Qué le dejó el Mundial? -Cuando se va pronto Argentina, todo se desinfla. A mí el que más me gustó fue Bélgica. ¿Francia? Y. un equipito parejo, pero no me deslumbró para nada. Quizás, el único que queda en el recuerdo es Mbappé, pero poquito, poquito, y porque es pibe y queremos ver hasta donde llegará. Pero para mí, el mejor fue Hazard, ese es distinto.
Alfio Basile: "Que los históricos no aparezcan, que se queden en sus clubes"
Hora límite, 0.30. El restaurante La Raya ahora pierde a uno de sus célebres comensales más temprano.