"No quise anotar más por temor a que me descubran y quede sin trabajo. Pero decidí hacerlo porque en una reunión que tuvo el ministro De Vido, Baratta y la Sra. Presidenta Cristina F. Kirchner, en la cual los instruyó para que sigan recaudando de las empresas paras las próximas campañas electorales". Esta es una de las anotaciones de Oscar Centeno, el chofer de Roberto Baratta, el número dos de Julio De Vido, donde el conductor ubica en el centro de la escena a la actual senadora y va más lejos: da cuenta de que estaba al tanto de la ruta de los bolsos con dinero, producto de la corrupción en el sector energético y la obra pública. En los cuadernos del conductor están mencionados exfuncionarios, contratistas de empresas, dominios de autos y montos de dinero. La aparición de la exmandataria no es casual. Centeno aclaró en sus bitácoras que dejó de escribir en octubre de 2010, tras la muerte de Néstor Kirchner pero en mayo de 2013 volvió a dejar registros de la trama millonaria, a puño y letra. "Hoy, 6 de mayo de 2013 vuelvo a escribir; después de la muerte de Néstor Kirchner que dejé de hacerlo. Pensé que después del fallecimiento no se haría más valijero. Pero sí, disminuyó la propia frecuencia, con la diferencia que se recolecta dinero para el ministro De Vido y el propio Baretta (sic)", aclaró el chofer en el documento. La investigación de esta red de sobornos, entre el gobierno kirchnerista y los empresarios del sector energético y la obra pública, quedó en manos del juez Claudio Bonadio, quien decidió citar a declarar como acusada a la expresidenta. En esa misma línea, la Justicia presentará también un pedido de desafuero contra la exjefa de Estado para avanzar en la investigación y, en caso de que se permita, allanar sus casas. Cristina será la última en declarar, el próximo 13 de agosto, en la ronda de 18 indagatorias que dispuso el magistrado. La legisladora tiene fueros por ser senadora: si no se presenta, no la podrán llevar por la fuerza pública a menos que antes se vote su desafuero en el Congreso. Según informó La Nación, en un primer momento el juez consideró que no hacía falta pedir el desafuero en esta causa porque ya lo había solicitado con la investigación del Memorándum con Irán (un pedido que sigue vigente). El juzgado le solicitó al Senado que informe en qué estado estaba ese trámite, pero ese expediente fue elevado a juicio y está en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 8, que excarceló al exsecretario Legal y Técnico Carlos Zannini y al dirigente social Luis D'Elía, con argumentos que también serían aplicables a la expresidenta. Por eso, el magistrado prepara un nuevo pedido de desafuero. Mientras tanto, la Justicia fue a la casa de Centeno para recuperar la versión original de los cuadernos que destaparon el entramado de corrupción. Los efectivos de la Policía Federal llegaron a la propiedad ubicada en Olivos, junto con el fiscal Carlos Stornelli y el propio chofer. Según trascendió, fueron a buscar una llave para ir a otro domicilio en donde estarían guardados. Sin embargo, esta versión no se pudo confirmar ya que la causa está bajo secreto de sumario. Por el caso ya hay 14 exfuncionarios y empresarios detenidos. Entre ellos, el expresidente de la Cámara de la Construcción Carlos Wagner; Javier Sánchez Caballero, exCEO de IECSA; Gerardo Ferreyra, vicepresidente de Electroingeniería; Claudio Javier Glazman, director de Sociedad Latinoamericana Inversiones; Jorge Guillermo Neira, número dos de Ferreyra en Electroingeniería; Armando Roberto Loson, presidente del Grupo Albanesi; y Carlos Mundín, presidente de BTU. También quedaron presos Baratta, el excoordinador técnico de la Jefatura de Gabinete, Hugo Martín Larraburu; el exsecretario de Coordinación y Control del Ministerio de Planificación, Enrique Llorens; el expresidente de Enarsa, Walter Fagyas; y el exsecretario de Baratta, Nelson Lazarte. Y la Justicia sigue en la búsqueda de cuatro prófugos.
