Política

Astillero Río Santiago: cuesta $ 3.600 millones pero es una "fábrica fantasma" tomada por la corrupción

Un informe de PPT reveló los desmanejos del sindicato ATE y del gobierno de Daniel Scioli en el funcionamiento de la fábrica, que hace 10 años no finaliza una embarcación.

El Astillero Río Santiago, uno de los más grandes de Sudamérica, esconde detrás una gran "caja negra" política y sindical. Según denunció hoy Periodismo Para Todos, en la fábrica hay falsos empleados, descuentos salariales indebidos, jubilaciones truchas y bonos por productividad en una fábrica que hace casi diez años que no termina una embarcación. Estas son algunas de las maniobras que investiga la justicia tras denuncias del gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Un informe de Periodismo Para Todos reveló que el funcionamiento operativo del astillero insignia de la industria naval argentina incluye algunos agujeros que le hacen perder al Estado millones de pesos por año. Según denuncian desde la administración de María Eugenia Vidal, el astillero Río Santiago se convirtió "en un barril sin fondo". El presupuesto del establecimiento se cubre, en un 99%, con los aportes que hace el gobierno bonaerense. Sólo el 1% es financiado con las propias operaciones del astillero, que este año le demandó al Estado un gasto de 3.600 millones de pesos, la gran mayoría para los sueldos del personal. Ahí es donde comienzan a observarse los primeros agujeros. De acuerdo a la denuncia, el sindicato estatal ATE, en su seccional Ensanada, que representa a los empleados de Río Santiago, realiza descuentos de 1.600 pesos a todos los trabajadores en concepto de gastos de almuerzo. Pero de los 3.300 trabajadores, sólo 1.200 utilizan el comedor del astillero, por lo que en términos reales sólo se usa un tercio de los aportes retenidos. Esta diferencia representa unos 51 millones de pesos que alimentan las cuentas del sindicato. Otra maniobra que investiga la justicia tiene que ver con el régimen jubilatorio de los trabajadores del astillero. Existió durante un tiempo un acuerdo para que los empleados que iniciaran sus trámites de retiro queden "dispensados" de trabajar como modo de "adaptación" a la jubilación, por la cual dejaban de trabajar la jornada completa paulatinamente hasta que finalizaban el proceso. Lo que denuncia ahora el Gobierno bonaerense es que en realidad hay una porción de los trabajadores presuntamente jubilados que continúan cobrando su salario aún cuando ya dejaron de acudir a sus puestos de trabajo. Esos sueldos representaron un gasto de unos 116 millones de pesos más. Pero además, durante algunos años los trabajadores del astillero se vieron beneficiados por la interrupción del pago del Impuesto a las Ganancias, lo que implica "un fraude fiscal importante". El secretario general de ATE Ensenada Francisco Banegas afirmó que "puede ser que en algún momento no se haya pagado". Por otra parte, los salarios tenían sumas extra por productividad de hasta 50% del sueldo. Este plus se pagaba a pesar de que el astillero no completó la fabricación de ninguna embarcación desde 2010. Uno de los últimos contratos firmados consistió en la fabricación de dos buques petroleros para PDVSA, la compañía energética del gobierno chavista de Venezuela, que todavía no fueron terminados. La denuncia del Gobierno bonaerense incluso habla de que el astillero fue utilizado como "caja política del sciolismo", de acuerdo al diputado provincial de Cambiemos Guillermo Castello. La justicia investiga incluso el pago en efectivo de sueldos jerárquicos a empleados que nunca pisaron la fábrica. Esto trajo aparejado un perjuicio al Estado de 16 millones de pesos por unos 95 empleados truchos. El gobierno de María Eugenia Vidal, de todas formas, aún no tiene un plan a futuro para la administración del astillero. "Nosotros nos tenemos que concentrar en ordenar y sanear esto", afirmó el ministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas.

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