Después de años de lucha y protesta, este jueves murió el ex trabajador de Sueños Compartidos, Luis Aranda, que mantenía un reclamo judicial contra la presidente de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, por cargas sociales impagas. Aranda fue uno de los trabajadores que se animó a enfrentarse con Hebe de Bonafini durante las tradicionales marchas en Plaza de Mayo. "Anda a cobrarle a (Sergio) Schoklender", fue la insensible respuesta de la titular de la organización durante uno de los tantos reclamos de Aranda. "Luisito cada vez estamos peor, ¿cuándo nos van a pagar lo que nos deben? Me voy a morir pero voy a seguir reclamando para que se haga justicia". Fue uno de los últimos mensajes que dejó Aranda a este periodista. En abril de este año había comenzado a sentir molestias en su cuerpo. Sufría esclerosis lateral amiotrófica repentina. El viernes pasado la familia lo había internado. Los antibióticos ya no calmaban el dolor. Falleció, en soledad, reclamando justicia, esta madrugada. Aranda estaba desocupado. Había trabajado durante tres años en la Fundación Madres de Plaza de Mayo, en el proyecto Sueños Compartidos que dejó 6.500 trabajadores en la calle. Había realizado tareas de mantenimiento y jardinería en el obrador de Castañares, el más ambicioso de los proyectos en Capital Federal. El 30 de noviembre del 2011 Aranda comenzó su reclamo judicial por $24.891,20 por cargas sociales impagas. La Fundación no deposita los pagos correspondientes. Jamás cobró una indemnización. Aranda fue uno de los cuatro trabajadores que se animó a enfrentarse con Bonafini en las tradicionales marchas de los jueves. Fue el 14 de julio del 2011 cuando la propia Bonafini los mandó a reclamarle a Sergio Schoklender. "Pero el recibo dice Fundación Madres de Plaza de Mayo", le contestó Aranda antes de ser expulsado de la Plaza por los matones que rodeaban a la líder de Madres. Esa misma noche recibiría mensajes intimidantes de su vocero, Gonzalo Seoane. Pero Aranda persistió en su reclamo. Visitó programas de televisión y regresó a la Plaza de Mayo acompañado por este periodista. Nadie lo escuchó. Su reclamo fue desoído por las autoridades del gobierno anterior y por el actual. "Nadie nos da pelota", gritaba Aranda. El juez Javier Cosentino realizó un inventario de los bienes de la Asociación, siete años después del escándalo. Bonafini denunció persecución política y los adláteres que la rodean compararon al gobierno de Cambiemos con la dictadura militar de Jorge Rafael Videla. En el núcleo habitacional transitorio, ubicado a pocas cuadras de Ciudad Oculta, los vecinos recuerdan a Aranda con cariño. Fue el que se animó a enfrentar a Bonafini a pesar de las sugerencias de otros ex compañeros y la indiferencia estatal. No pudo encontrar justicia en vida. Pero hoy su familia continúa la lucha. Bonafini jamás regresó a Ciudad Oculta. En el abandonado edificio del Elefante Blanco había prometido construir una universidad y un centro de estudios. El convenio estaba en trámite cuando estalló el escándalo. Los obradores quedaron abandonados bajo la conducción de su hija Alejandra. El piquetero Emilio Pérsico, junto con algunos intendentes, intentó mantener la idea de que los propios vecinos de los asentamientos construyeran sus casas. Pero les pagaban menos que Bonafini y la idea naufragó en el olvido del kirchnerismo.
Murió el trabajador despedido de Sueños Compartidos que enfrentó a Hebe de Bonafini en Plaza de Mayo
Después de años de lucha y protesta, este jueves murió el ex trabajador de Sueños Compartidos, Luis A