Facundo Jones Huala se encuentra preso en malas condiciones, en huelga de hambre y vomitando sangre. Reclama su derecho a mejores condiciones de detención y a poder celebrar la ceremonia mapuche del solsticio de invierno. Al enterarse, Hebe de Bonafini tomó la casa de Chubut y obtuvo un compromiso por parte del Gobernador Mariano Arcioni de permitir la ceremonia. “Por favor querido toma agua de a poquito, si vos te morís ellos van a estar felices y nosotros muy tristes”, le dijo a Facundo. La pesadilla comenzó a las 10 de la mañana del lunes 18. Del otro lado de la línea, María Isabel Huala, madre del lonko Facundo Jones Huala, estaba desesperada. “Estoy viajando a Esquel porque mi hijo se está muriendo con la huelga de hambre seca. Ni el juez Gustavo Lleral ni el Servicio Penitenciario Federal (SPF) (que depende de la ministra Patricia Bullrich) autorizan hacer la ceremonia de Wiñoy Tripantu (solsticio de invierno) y Facundo perdió más de 10 kilos, tiene un tumor en un riñón, y me dicen que se descompensó. Por favor ayúdenme a difundir esta injusticia. Estoy sola espalda con espalda con mi hijo, la situación es desesperante”. Poco después, María Isabel fue hasta la terminal de Bariloche y esperó el micro que la llevó a Esquel. Durante la interminable espera la entrevistaron desde Radio Caput y en algún lugar del espacio la escuchó Hebe de Bonafini. Lo que siguió fue un acto de rebeldía contra la opresión. A las 8:30 del 19, las Madres ya estaban dentro de la Casa de Chubut esperando hablar por teléfono con el gobernador Mariano Arcioini, cuya provincia está al borde del estallido social, con conflictos en toda la administración pública por el desdoblamiento en el pago de los salarios y la incapacidad de pagar sus deudas. Hebe logró hablar con Arcioni pasado el mediodía y le sacó el compromiso para que permita llevar a cabo la ceremonia del solsticio de invierno con 12 mujeres y 12 hombres dentro del penal donde Jones Huala está preso desde fines de junio de 2017 con un fallo de extradición a Chile, que debe resolver la Corte. El reclamo para que le permitan hacer esa ceremonia es uno de los motivos que llevó a Huala a la huelga de hambre junto a la queja por las pésimas condiciones de detención. María Isabel Huala lleva un poncho negro largo, botas de cuero y el cabello enredado en una trenza con un pañuelo azul/violeta que brilla bajo la lluvia helada. Dentro de la humilde casa donde vive en las afueras de Bariloche, en un campo recuperado al Ejército Argentino cerca de donde se produjeron asesinatos a mansalva en la llamada “Campaña del Desierto”, María convive con algunos de sus hijos entre un cachorro de ovejero y un gatito. Mientras la leña crepita, ella pasa el mate y su memoria se agita entre las brasas. Recuerda a sus padres, a sus abuelos. Viaja en el tiempo por el bosque que habitaron sus ancestros y brotan las historias de sangre que aún no cicatrizan. La grave herida en el oído de su hijo Fausto en enero de 2017 en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen, el escopetazo en la cara que sufrió Emilio, su sobrino; y la pertinaz persecución del Estado macrista, que los trata de “terroristas”. Es demasiado sufrimiento, pero María se mantiene firme, convencida de su carácter obstinado. Sufre. “Siento mucha rabia, tristeza, de ver cómo algunos de mis hermanos mapuches están en su metro cuadrado, cuando mi hijo se puede morir. Ahora voy a la cárcel a verlo y si no le permiten hacer la ceremonia me voy a encadenar y empiezo una huelga de hambre yo también”. Esta situación dramática fue narrada a varios colegas de emisoras y medios populares que no conforman el relato hegemónico de la dominación financiera, entre ellos, los integrantes del colectivo Voces libres del Pueblo. ¿El resultado? Las palabras de María irradiaban la desesperación en su voz. Y Hebe la sintió hondo en el hueco del esternón. En un instante de la angustia nació la solidaridad que derramó y unificó Esquel con las Madres en un lazo amoroso hecho de la urdimbre de palabras de Hebe que conmovieron a Facundo. El gobernador de Chubut prometió soluciones. Pero pese al gesto de Hebe, al cierre de esta crónica, la Justicia Federal, el SPF, el Ministerio de Seguridad de la Nación y el gobierno del Chubut continuaban sin darle ninguna solución al lonko mapuche que vomitó sangre y se descompensó con su madre desesperada en la puerta de la cárcel de Esquel. Alrededor de las 17, Hebe tomó el teléfono y llamó a María Isabel Huala. Aún se desconoce qué hará el Estado Nacional cuyo mayor responsable es Mauricio Macri y su ministra Bullrich. El dictamen del juez Lleral no da lugar al habeas corpus pedido por Jones Huala. Según el juez no hay agravamiento de las condiciones de detención y la decisión de que ingresen 15 personas en vez de las 24 como solicita Facundo, responde a “directivas basadas en normas de seguridad del establecimiento carcelario”. Sin embargo, la madre de Facundo sostiene que ese argumento es falaz. “Ya permitieron que entren 24 personas una vez, lo que pasa es que ahora no quieren aceptar los derechos de mi hijo como preso político de Macri y de Bullrich”. La situación continúa siendo dramática para la familia Jones Huala. Desde el Ministerio de Gobierno del Chubut llamaron a las Madres ayer a la noche y admitieron que las gestiones ante Patricia Bullrich y el SPF no avanzaban mucho. En la medianoche la abogada de Facundo, Sonia Ivanoff, comunicó que el SPF autorizaría el ingreso al penal de 22 personas. Facundo Había comenzado a ingerir agua y seguía la huelga de hambre. Al mismo tiempo los militantes mapuches habían montado un acampe en las afueras del penal. La salud del lonko sigue en riesgo y durante el feriado será revisado por médicas de la APDH de Esquel. En tanto, la situación social y económica de Chubut es calamitosa. Según los economistas podría ser la primera provincia en emitir una cuasi-moneda, porque no logra ni pagar la deuda ni cumplir con los trabajadores del Estado. Incluso algunos empleados de la administración nacional cobraron los salarios en dos cuotas. La Mesa de Unidad Sindical endureció las protestas, luego de calificar como “insuficiente” la propuesta realizada por Arcioni, quien ofreció 3 mil pesos en tres cuotas con los salarios menores a 30.000 y la suba de 7.000 a 11.500 pesos para las remuneraciones bajas. El principal gremio docente, Atech, confirmó que el paro que realiza desde el 21 de mayo continuará, con lo cual el conflicto cumplió cinco semanas. Los maestros mantienen una ocupación pacífica del Ministerio de Educación y un acampe bajo el frío y la nieve hace 20 días. Para mal de males, el gobernador también enfrenta una dura confrontación con los docentes privados, los empleados de la salud, y otros sectores de la administración. Teniendo en cuenta esta volátil situación social, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) dio a conocer un comunicado sobre la grave situación de Jones Huala. “Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos manifestamos, de modo enfático, nuestra preocupación por el estado de salud del lonko Facundo Jones Huala, quien hace veinte días ha iniciado una huelga de hambre en la Unidad Penal 14 de la ciudad de Esquel donde, desde hace ya casi un año, se encuentra injustamente privado de su libertad por un delito del cual ya habían sido anulado los cargos. (…) Consideramos que el sistema penitenciario no puede decidir arbitrariamente sobre esto, no puede tomar decisiones sobre un aspecto cosmogónico que los penitenciarios desconocen, no son mapuches e ignoran la cosmovisión mapuche. Por otro lado, hay una interpretación incorrecta del principio de igualdad, cuando el juez Lleral argumenta no dar lugar a excepciones o privilegios entre los detenidos, cuando el reclamo de Facundo Jones Huala se enmarca en derechos garantizados por nuestra Constitución y normas internacionales, y por lo tanto no puede imponer normas infra-constitucionales, por debajo de la Constitución, en detrimento de los derechos que ésta le garantiza al lonko”. Desde el Foro Ambiental y Social de la Patagonia (Comodoro Rivadavia) también expresaron “profunda preocupación ante la violencia institucional ejercida por el Estado contra Facundo Jones Huala, miembro del pueblo mapuche”. Cuando la noche envolvía el viento en el Sur, María Isabel Huala seguía abrumada por la incertidumbre. Quizá porque siempre fue discriminada, perseguida y hostigada por el poder de “los blancos”, que ahora pretenden someter su espíritu en la tierra del sufrimiento estéril. Es hora de una frase amorosa, que atraviese tanto miedo, por eso Hebe disparó sobre la oscuridad: “Por favor querido toma agua de a poquito, si vos te morís ellos van a estar felices y nosotros muy tristes”. Comentarios
Jones Huala, entre la desnutrición y el amor de madres
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