Pese a los varios embargos e inhibiciones ordenadas sobre su patrimonio y el de sus hijos, Lázaro Báez continúa manejando fondos desde la prisión. Recientemente realizó un aporte de capital a una de sus empresas -Austral Agro- que busca vender ganado, pese a que la misma se encontraba inactiva ante la Inspección General de Justicia. El Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4) ya investiga la situación y pidió una serie de informes sobre el movimiento de fondos de la firma. Lázaro Báez cumplió dos años en prisión el pasado abril, y seguirá detenido al menos un año más. La Justicia determinó no sólo que lavó 60 millones de dólares en cuatro años, sino que su patrimonio desde 2004 a 2015, tuvo un salto sideral de 66 millones de pesos a 3.080 millones, con más de 1.400 bienes. En todas las causas judiciales que afronta el socio comercial de Cristina Kirchner, la justicia impuso diversas medidas cautelares con el fin de resguardar el patrimonio de Báez, que ante los juicios orales que iniciarán serán la garantía de lo que el Estado busca recuperar. El dueño del Grupo Austral acumula embargos por más de 21.000 millones de pesos. Pero sorprendentemente, esto no le habría impedido seguir manejando fondos desde la cárcel. En los últimos días ingresó al TOF 4 -que llevará adelante el juicio por la Ruta del Dinero K- un informe de los veedores informantes del Grupo Austral que remarca que se cancelaron los salarios de 31 personas empleadas en Austral Agro, y que los fondos "fueron entregados en efectivo al momento de vencimiento de las liquidaciones y aportados en su totalidad por el accionista Lázaro Báez". Los veedores explicaron que el 70% del paquete accionario corresponde al titular del holding y el 30% restante al mayor de sus hijos varones, Martín Báez. Y según el documento al que accedió Clarín, especifican que "el origen de los fondos para el pago de sueldos provino por cuenta y orden del accionista mayoritario". ¿De cuánto dinero se habla? De cerca de un millón de pesos inyectado a una empresa que ante la Inspección General de Justicia (IGJ) informó hace muchos años que se encontraba inactiva. A la fecha, es prácticamente la única compañía del Grupo que se encuentra activa y es dirigida por Leandro Báez, el menor de los hijos varones de Lázaro. El veedor indicó ante el TOF 4 -integrado por los jueces Néstor Costabel, Pablo Bertuzzi y María Gabriela López Íñiguez- que el aporte -claramente-, "no fue en persona (ya que Báez está preso) pero que fue del Accionista mayoritario". Por eso el Tribunal solicitó que se informe cómo fue el movimiento de fondos, quién realizó el aporte a nombre de Lázaro Báez, y se requirió que Austral Agro informe sobre la situación. Como contó Clarín, Leandro Báez había pedido autorización al TOF 4 para que lo autorice a vender 12.000 animales. Austral Agro cuenta con 40 mil ovinos y mil vacunos. La empresa puede operar porque así lo autorizó el juzgado cuando se hicieron diferentes pedidos vinculados a la administración del ganado. Esta empresa dueña de estancias y que vive de la explotación de animales, fue mencionada por Leonardo Fariña como una de las piezas clave del entramado de movimientos de dinero que luego se insertaba en la estructura de blanqueo que investigó Casanello, y que habría llegado a lavar 60 millones de dólares. Algunos allegados a la empresa explicaron que no se logra vender hacienda hace dos años, “por eso los campos están sobrecargados”, planteando así la urgencia por vender, algo que analiza el Tribunal. Austral Agro maneja diferentes categorías de animales: cordero, borrego, carnero, oveja vieja, capón, y está buscando vender parte de los animales “porque sino el animal viejo en invierno se muere en el campo”, explicaron a Clarín. Según confirmaron a Clarín, el Tribunal habilitó una cuenta en el Banco Nación para que la empresa perciba dinero de dos proveedores: una firma lanera y un frigorífico. Recientemente Leandro Báez aportó al banco las facturas de las operaciones, para justificar las transferencias. Ahora resta clarificar cómo Lázaro movió desde la cárcel. No es la primera vez que ocurre. Clarín reveló el año pasado que Lázaro Báez endosaba cheques desde la cárcel correspondientes a alquileres que percibe Austral Construcciones por una serie de propiedades en Capital Federal. Por mes representaban más de 800.000 pesos, que nunca se bancarizaron.
