Seguridad

Patricia Bullrich: "Con el caso Maldonado me machacaron 78 días y la bancamos, ahora hay que bancar"

Lo dijo en el almuerzo semanal del Rotary Club al hablar sobre la actual situación económica

Aunque Patricia Bullrich preparó una disertación sobre los objetivos del Gobierno en materia de seguridad no pudo evitar hablar de la coyuntura. Y usó su propia experiencia para graficar el día político y económico: "Con el caso Maldonado me machacaron 78 días y la bancamos. Ahora hay que bancar". Antes había señalado que lo que está en juego es el poder, "nuestra batalla no es táctica, tenemos que estar unidos, la división de Cambiemos sería el triunfo de una profecía autocumplida" señaló. En su presentación en el almuerzo semanal del Rotary Club Buenos Aires, la ministra de Seguridad admitió que el momento más difícil por el que atravesó "fue cuando a los dos días de asumir murieron 43 gendarmes en Salta". Pero habló mucho más del caso Maldonado, "un punto de inflexión" para el Gobierno. "El Presidente me dijo 'convecete de cuál es la verdad y vamos a estar atrás de la verdad'", contó que le pidió Mauricio Macri, y contó que al hablar con los gendarmes que "me decían que si hubieran tenido un detenido lo hubieran hecho constar en actas, si hubiera habido una persona herida la hubiéramos curado y si hubiera habido una persona que se estaba por ahogar la hubiéramos ayudado". "Eran gendarmes con una cabeza distinta a la que les querían pintar, los querían llevar al lugar de desaparecedores", los defendió, y agregó que sostuvo un discurso que "no era políticamente correcto" porque "mi carrera política no tiene importancia, nos estamos jugando una institución, si entregamos una institución para salvar a un político vamos por mal camino". Bullrich trazó el plan en materia de seguridad: lucha contra el narcotráfico, "reglas claras y un Estado de derecho". Y citó la toma de tierras en Santiago del Estero, la presencia RAM en el sur, "Estados paralelos" y "provincias paralizadas" como Jujuy y Chaco y los piquetes en la Ciudad de Buenos Aires, aunque no usó la palabra tabú. En tono pausado y firme Bullrich captó la atención de su auditorio, empresarios, embajadores, profesionales de la salud… Dijo que al llegar al Gobierno se encontraron con "el reino del revés" y que se apuntó a un cambio de paradigma, pasar de un sistema en el que "el victimario parecía centro de atención de todo el sistema a un sistema donde la víctima fuera protegida por el Estado nacional". Por eso, dijo, se buscó reforzar "la dignificación de las las fuerzas de seguridad". "Cada vez que un agente cumplía con su deber terminaba siendo el victimario. Agentes que salían a defender al ciudadano incluso sin tener que hacerlo", continuó sin nombrar otro caso emblemático como el caso Chocobar, el del policía que mató a un ladrón al defender a un turista y que fue felicitado por ella y por el Presidente de la Nación al ser procesado por la Justicia. También hizo referencia a que encontraron "un uso y maltrato" de las fuerzas. "No son subordinados de los jueces, no son súbditos, los jueces no pueden emplear a las fuerzas policiales como sus empleados", enfatizó, y remarcó que "no puede generarse sometimiento a la Justicia o a la política". En el marco del ciclo "Cómo veo a la Argentina" celebró la baja de estadísticas delictivas ("21, 5% menos de homicidios" en dos años de gestión) y reivindicó la lucha contra el narcotráfico a partir de una especie de FBI, así lo describió, que trabaja en inteligencia criminal. "El único precio que queremos que suba es el de la droga, porque significa que hay escasez", reveló sobre el programa "Precio Pureza" y también sobre la eliminación "del Estado cómplice" y "la jerarquización y protección de los agentes que trabajan haciendo las cosas correctamente". Varias veces habló sobre las tomas y piquetes. Y nuevamente reivindicó el trabajo en la cartera a su cargo. "En el sur del país logramos avanzar contra grupos que generaban violencia", describió sobre los reclamos mapuches. "Y en la calle sabemos que hay problemas" (admitió y citó el caso de la Ciudad de Buenos Aires), pero "desde que llegamos nunca más el aeropuerto de Ezeiza estuvo bloqueado, nunca más se cortó el Puente Pueyrredón, nunca más se cortó la Panamericana".

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