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Lula cumple un mes como preso político

La Central Única de Trabajadores prepara para hoy diversos actos en todo el país, pero con el foco en el Sindicato de Metalúrgicos de San Pablo, donde Lula estuvo recluido dos días rodeado de miles de simpatizantes antes de entregarse.

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva cumple hoy un mes de prisión por una condena de 12 años y un mes por supuesta corrupción, en medio de un convulsionado clima social provocado por su detención y con el ojo puesto en la Corte Suprema, que esta semana puede liberarlo. Mientras, el Partido de los Trabajadores de Lula y sus principales dirigentes, como la expresidenta Dilma Rousseff, cumplen 30 días asegurando que el ex mandatario es un preso político y que será, incluso preso, su candidato a las elecciones del 7 de octubre, en las que las encuestas lo señalan como favorito imbatible. La Central Única de Trabajadores prepara para hoy diversos actos en todo el país, pero con el foco en el Sindicato de Metalúrgicos de San Pablo donde Lula estuvo recluido dos días rodeado de miles de simpatizantes antes de presentarse, tras la orden de prisión del juez Sérgio Moro. “El 7 de mayo será una jornada de lucha contra una prisión política e injusta. Será una fecha del movimiento Lula Libre. Lula es el único líder que siendo candidato puede revertir la ley laboral modificada por este gobierno de Michel Temer”, dijo el secretario general de la CUT, Sergio Nobre. Con Lula preso en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, capital del estado de Paraná, fronterizo con la provincia de Misiones, todas las atenciones de la agenda nacional se corrieron hacia allí. Un acampe que diariamente le grita “Buenos días” al presidente se transformó en la principal imagen de la “resistencia” del PT a la Operación Lava Jato conducida por Moro. La Corte Suprema negó recursos urgentes para liberar a Lula en los primeros días de la prisión y postergó el debate por tiempo indeterminado sobre la constitucionalidad de una jurisprudencia por la cual está preso el expresidente e indica que se puede detener a alguien con fallos en dos instancias y no en tres, como dice la Constitución brasileña. La candidatura de Lula, ratificada por la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, fue objetada por Gilmar Mendes, uno de los jueces del Supremo Tribunal Federal y uno de los garantistas a favor de liberarlo. “No hay chances de que sea candidato ante la justicia electoral”, dijo Mendes el viernes en Río de Janeiro ante corresponsales extranjeros, frente a la inscripción de la candidatura de Lula que se realizará el 15 de agosto. Es que según Mendes, Lula caerá en la Ley de Ficha Limpia, que impide a condenados en dos instancias ser candidatos. “No hay plan B, Plan Z, Plan Y, hay Plan LL, el Plan es Lula Libre, el Plan Lula Candidato, el Plan Lula Presidente”, dijo Jaques Wagner, ex gobernador de Bahía, es considerado un presidenciable del PT si Lula es inhabilitado y visitó al ex mandatario en jueves. Wagner afirmó que Lula le dijo “deciles a ellos que tengo más votos en la manija de mi ataúd que todos ellos juntos”, para ratificar que su popularidad tendrá fuerza ante la Justicia Electoral. El primer mes de Lula detenido reveló también un enfrentamiento sin precedentes entre la Corte Suprema y el juez Sérgio Moro, que en primera instancia encontró al ex presidente culpable de haber recibido como soborno un departamento en el balneario de Guarujá que Lula nunca compró, ni ocupó. “Tortura” calificó Mendes al llamado “Método Moro” de la Operación Lava Jato. En este mes, el máximo tribunal de Brasil le retiró a Moro las “delaciones premiadas” de ejecutivos de Odebrecht en otra causa vinculada a Lula por una cuestión de jurisdicción. Se esboza por primera vez una reacción de la máxima corte a los poderes extraordinarios que la cámara de apelaciones de Porto Alegre le otorga a Moro desde 2014, cuando estalló la Operación Lava Jato. La Sala II de la corte suprema (Supremo Tribunal Federal)tiene plazo hasta el 10 de mayo para decidir si el juez Moro anticipó el procedimiento de detención de Lula. La sala es la de los llamados “garantistas” que aceptaron un recurso de la defensa del expresidente. Cuatro de los cincos magistrados supremos de la Sala II están a favor de declarar inconstitucional la jurisprudencia de 2016 que afecta a Lula y que permite la detención de un condenado en dos instancias. La Constitución dice que sólo puede ser privado de libertad un condenado que agotó todas las instancias. El voto de este recurso es electrónico y puede ser hecho hasta antes del jueves. El expresidente dijo sentirse preocupado por el rumbo económico del país en una reunión que mantuvo con la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann y Wagner. El campamento, en el que participan unas 1.000 personas y que fue bautizado con el nombre de Marisa Leticia, en honor a la fallecida esposa de Lula, fue blanco de un atentado a tiros por parte de desconocidos la semana pasada. El clima político en una Curitiba repleta de manifestantes del PT siempre rodeó la tensión. Frente a una eventual salida de prisión, Lula deberá enfrentar nuevos procesos a cargo del juez Moro, como el que indica que Odebrecht y la constructora OAS reformaron una casa de campo en Atibaia, estado de San Pablo, propiedad de dos amigos de Lula, supuestamente como parte de sobornos. Mientras en todo el país hay comités por la libertad de Lula mientras que en el extranjero Rousseff quedó como principal encargada de defender al ex presidente. “Sigo viendo muy extraño cómo las cinco mayores empresas de construcción brasileñas fueron sistemáticamente destruidas por la Operación Lava Jato”, dijo Rousseff durante un foro organizado el sábado en Londres, ocasión en la que descartó el reemplazo de Lula como candidato del PT. En el plano electoral, las encuestas le otorgan a Lula un 31 por ciento de intención de voto contra el 15 del segundo favorito, el ultraderechista excapitán del Ejército Jair Bolsonaro, y 52 por ciento a favor de Lula en una eventual segunda vuelta. Sin Lula, Bolsonaro y la ambientalista Marina Silva aparecen como favoritos, detrás de la sorpresa de las encuestas, que es el tercer lugar que ocupa el exjuez Joaquim Barbosa, el primer negro en acceder al a Corte Suprema de la mano de Lula, pero responsable por haber condenado en 2012 a altos funcionarios del PT, incluido el exjefe de Gabinete de Lula, Jose Dirceu, por corrupción en el escándalo conocido como ‘mensalao’ (mensualidad) de reparto de dineros públicos que explotó en el 2005, salpicando a todos los partidos importantes de Brasil, y que fue un precedente inmediato para el caso Lava Jato.

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