Luego de la escalada del jueves y tras la conferencia del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, la cotización del dólar bajó fuerte: desde los $ 23 del último llegó a bajar de los 22 y $ 21,70 en el Banco Nación, que es el que siempre cotiza más bajo. Sin embargo, luego del primer derrumbe, la divisa tuvo un rebote. A las 11, el promedio del Banco Central arrojaba $ 22,14, pero pasado el mediodía, el promedio de los bancos ya estaba en $ 22,30. En el mercado mayorista, que marca la tendencia que luego sigue el minorista, dólar también registró una fuerte baja, desde los $ 23 que había cerrado el jueves, a raíz de una única operación por US$ 1 millón, que descolocó al mercado, hasta los $ 21,79. Antes del arranque del mercado, el Banco Central subió la tasa de referencia al 40 %. El jueves, pese a que el BCRA había puesto la tasa en 33,25% y vendió reservas por US$ 451 millones, el dólar siguió subiendo en una jornada con mucho nerviosismo en los mercados. El pico fue $ 23,30 en algunos bancos. Finalmente, la divisa estadounidense cerró con un promedio de $ 22,99 para el circuito minorista. Las consultoras privadas elevaron la proyección inflacionaria del año al 22%. La crisis cambiaria ya adquirió una dinámica propia, más allá del contexto internacional que se tornó desfavorable para la Argentina desde la semana pasada. La última disparada ocurrió en un día en que el mundo no le jugó en contra al país. Y se demuestra otra vez que cuando a los mercados lo invaden las dudas, Argentina es la primera en sufrir las consecuencias. La economía local es la que aparece más vulnerable por su fuerte dependencia de los capitales externos que financien el gradualismo. Más allá de las cuantiosas ventas de dólares -van casi US$ 5.300 millones desde el lunes 23 de abril- el Central priorizó atacar el problema con una muy fuerte suba de tasas de interés. El jueves, otra vez fuera de agenda, decidió subir otros 300 puntos básicos la tasa de política monetaria, llevándola al 33,25% anual. Pero además, y tal vez más importante, fijó en 38,25% la tasa de pases activos. Esto último lo hizo en reacción a lo que estaba ocurriendo en el mercado de las Lebacs, que rendían al mediodía cerca del 40%. Esa tasa reflejaba el fuerte desarme de posiciones de fondos que vendieron papeles (por eso su precio cae y su tasa de rendimiento sube) para comprar divisa. La tasa del 38,25% que fijó el Central para los pases activos -préstamos de pesos del BCRA a los bancos- fue la manera de evitar que los bancos se financiaran tomando pesos del BCRA al 34% para invertirlos en Lebacs al 38 o 39%. Y fue una señal también que podría anticipar hasta dónde está dispuesto a llevar la tasa de política monetaria Federico Sturzenegger si el dólar no se calma.
El dólar baja tras la nueva suba de tasas y los anuncios del Gobierno
El minorista rondaba $ 22,30 pasado el mediodía.