Si Junior y Boca brindaron un espectáculo por lo menos "pobre" para los espectadores, en el que primó el nerviosismo de ambos, al árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano no le fue mejor. El juez tuvo un partido muy malo, con fallos arbitrales decisivos que perjudicaron al equipo argentino. En tiempos de "guardias altas" y "está claro que no nos benefician", dos frases que muestran veredas opuestas sobre miradas de las actuaciones de los pitos que dirigen al conjunto xeneize, lo cierto es que Boca sufrió el arbitraje "localista" del último miércoles. La primera jugada que ignoró Zambrano fue un agarrón a Tevez en el área, a los 20 minutos de la etapa inicial. Carlitos, extrañamente pasivo, reclamó el penal pero no de manera efusiva. Quedó en la nada, pero era falta (la foto no deja dudas), cuando el partido todavía estaba cero a cero. Seis minutos después, aún sin goles, un córner ejecutado por Pavón terminó en tanto de Pablo Pérez de cabeza, pero el árbitro cobró falta previa de Magallán cuando no existía. A favor del ecuatoriano en esta acción, parece haber pitado antes de la definición del capitán de Boca. Después de estas dos situaciones, a los 32 minutos llegó la más polémica de la noche. Marlon Piedrahita giró ante Wilmar Barrios y se dejó caer. Zambrano dudó, primero dijo que no, y luego señaló el punto del penal. Hasta pareció apoyarse en su asistente número dos, Luis Vera, para finalmente sancionarlo y generar la furia de todo Boca. Lo que no era penal, terminó siendo la apertura del marcador. Ya con el resultado uno a uno, el último grave error del árbitro y mismo juez de línea del penal cobrado, fue a los 20' del complemento. Pavón pateó un córner al segundo palo, apareció Bebelo Reynoso y mandó la pelota al corazón del área, pero en el camino se encontró con el codo izquierdo de Víctor Cantillo y provocó el reclamo de todo Boca, pero los jueces ignoraron lo que era un claro penal para el visitante. En tanto, el error más destacado de la terna arbitral en contra del conjunto local también llegó por ese costado. Fue un offside mal cobrado contra Luis Carlos Ruiz a los 21 minutos del PT, en una jugada en la que el delantero quedaba en una buena posición pero controlado por Magallán. Guillermo Barros Schelotto dijo al término del encuentro que le dio la sensación que "de no haber cobrado el penal que cobró el árbitro hubiéramos ganado". "Hacemos un gol y no lo cobra. Nadie entiende por qué. Hay un penal para Boca en el segundo tiempo y tampoco lo cobra. La verdad que es muy grave la incidencia que tuvo el árbitro", concluyó el técnico de Boca. "Que Guillermo no hable del arbitraje porque Boca fue ir a discutirle al árbitro cuando terminó el primer tiempo", replicó al término del choque Julio Comesaña, entrenador uruguayo de Junior, que también denunció que jugadores y cuerpo técnico del equipo argentino "fueron a la entrada del vestuario del árbitro a presionar".
