Seguridad

La sargento baleada en la comisaría de San Justo dijo que no siente las piernas y que tiene miedo de no volver a caminar

Lo reveló el médico de guardia del Sanatorio Fitz Roy a partir de los dichos de sus compañeros. Tuvo lesiones pulmonares, en diafragma, hígado, riñón y en la columna vertebral.

La sargento Rocío Villarreal (25), baleada esta mañana en un tiroteo con delincuentes en la comisaría 1° de San Justo, les dijo a sus compañeros que no siente las piernas y que tiene miedo de no volver a caminar. "Esa es su mayor preocupación", reveló el jefe de guardia del Sanatorio Fitz Roy, Pablo Mollieti, al brindar el parte médico de la paciente. “Es una paciente crítica y hay que estar alertas a su estado”, agregó Mollietti, quien en diálogo con TN aseguró que la policía se encuentra en “estado crítico”. Y destacó que “los pacientes heridos de arma de fuego son muy graves, además ella tiene lesiones importantes”. Villarreal vive en Isidro Casanova y es mamá de una nena de 3 años. Tras el ataque en la comisaría, donde recibió heridas de arma de fuego en un brazo y el abdomen, fue internada en el Hospital Paroissien, adonde la operaron. “Sufrió una lesión pulmonar, tuvo un neumotórax, una lesión en el diafragma, en el hígado y el riñón. Además, también a nivel de la vértebra dorsal D12, la última, y hay que ver cómo evoluciona”, indicó Mollietti. El médico consideró que “pudo haber sido un sólo disparo” el que le haya provocado esas lesiones y que, primero, pasó por el brazo, luego tórax y abdomen. Fuentes del caso revelaron que efectivamente la misma bala "ingresó por el brazo derecho", donde no produjo lesión ósea, "e impactó en la zona dorsal de la columna", lo que le "provocó una lesión que será evaluada por una especialista de columna". “Las primeras horas son claves”, dijo el médico en relación al pronóstico de la sargento que, al momento del hecho estaba acompañada por tres colegas. Villarreal comenzó sus estudios en 2013 como cadete en la escuela “Juan Vucetich”. Al año siguiente empezó a prestar servicios en la Distrital Este de La Matanza, tras lo cual pasó al Grupo de Apoyo Departamental (GAD) del mismo partido del oeste del Conurbano. Luego cumplió funciones en la comisaría 2° de La Matanza Oeste hasta que, en 2016, recaló en la comisaría 1° Noroeste de San Justo, adonde esta mañana un grupo de delincuentes quiso copar las instalaciones para liberar a un detenido y los agentes lo impidieron.

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