No lo logró Lázaro Báez, socio de los Kirchner. Tampoco el ex superministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Ni el ex jefe del Ejército que intentó formar a sus soldados en la militancia política del Frente para la Victoria, César Santos del Corazón de Jesús Milani. Todos cayeron presos y, a pesar de su fidelidad a los Kirchner, tras sus infortunios no tuvieron un apoyo explícito del entorno K. En cambio, tras la vuelta a prisión de los empresarios ligados a los Kirchner, Cristóbal López y Fabián De Sousa, esa rama interna del kirchnerismo, La Cámpora, salió a respaldarlos. Apenas López se entregó a la Gendarmería, los “camporistas” emitieron un texto: “Poder Judicial a la carta para intimidar voces opositoras”. Es una defensa acérrima de Cristóbal y su socio De Sousa. Que haya “hablado” La Cámpora es igual a que haya hablado Cristina. Es que el caso Oil es también una investigación sobre la propia familia Kirchner. Así lo determinó un fiscal federal; un juez federal; el fiscal ante la Cámara Federal de Apelaciones; uno de los fiscales ante la Cámara de Casación Penal; y dos miembros de ese tribunal de alzada. Si se investiga a Cristóbal, se está investigando a la ex presidenta y sus hijos. López y De Sousa fueron detenidos con prisión preventiva -por segunda vez en el año. Son acusados de cometer el delito de administración fraudulenta. Está probado que omitieron pagarle a al fisco los impuestos que le cobraban a los clientes de su estación de servicio Oil. La suma de la que se adueñaron, en lugar de transferirla a la AFIP, alcanza, actualizada al día de hoy, a más de 17 mil millones de pesos. Detrás de los negocios de López y De Sousa podría estar Cristina. Y viceversa. La hipótesis judicial podría resumirse así: Cristóbal se hizo más rico gracias a Cristina Presidente. Y al revés, también. Esa relación económicamente simbiótica y presuntamente delictual está descripta por varias autoridades judiciales que trataron la causa Oil. El expediente de Oil es lo que se conoce como una causa “conexa” a otras investigaciones judiciales sobre la posible corrupción en la que habrían actuado las mismas personas. El fiscal hizo alusión directa al caso de asociación ilícita en el que se procesó a la ex presidenta como jefa y a otros empresarios amigos como parte de esa red que usó los fondos del Estado en beneficio personal. El fiscal federal que llevó la instrucción del caso Oil, Gerardo Pollicita, fue quien primero englobó esta trama dentro de otra más grande y que podría complicar a la ex presidenta. Así lo escribió en un dictamen sobre Oil, elevado en el 2016. Le pidió al juez Julián Ercolini que llamé a indagatoria a López y De Sousa y también al ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, entre otros imputados. ¿Qué significa que una causa es “conexa” de otras donde se investigan a las mismas personas? El caso Oil se pudo así analizar por separado del resto de las causas por corrupción que incluían a los mismos imputados, luego procesados, luego detenidos. Aunque no todos ellos: Cristina es senadora nacional y tiene fueros. Ercolini le dio la razón al fiscal Pollicita con Oil. El juez citó a indagatoria a los dueños de Oil. Y luego los procesó. Y después ordenó su primera prisión preventiva. Y ahora su segunda detención para ir a la cárcel. López y De Sousa fueron puestos en libertad semanas después por los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Farah, que además cambiaron el delito por que el que se los investigaba, que de haber pasado al fuero en lo penal económico habría morigerado las probables condenas contra los empresarios de Indalo-Oil. Esa decisión en favor de Cristóbal, De Sousa, y por ende también de los Kirchner, fue modificada por el fiscal ante la Cámara Federal, Germán Moldes. Sacó un dictamen que ilustra por qué cree que el caso Oil es más que el caso Oil: “El maridaje pone a la luz la existencia de una guaranga matriz corrupta como pocas veces hemos visto y cuyas consecuencias recién ahora empezamos a dilucidar”. El fiscal en la Cámara de Casación Penal, Raúl Pleé, siguió esa misma línea argumentativa: hizo alusión a los vínculos entre Cristóbal y De Sousa con los K. Para Pleé, “los hechos imputados” en el caso Oil “revisten una especial gravedad”. Y especificó que “no puede soslayarse” que ambos están siendo investigados en la “causa Los Sauces”, donde se busca determinar si el pago de alquileres de propiedades de los Kirchner en realidad no se hicieron para ocultar “‘retornos’ por los favores recibidos”. Finalmente, dos miembros de la Cámara de Casación Penal, Gustavo Hornos y Horacio Riggi, emitieron un fallo el viernes pasado que generó la vuelta a la prisión de López y De Sousa. La tercer integrante de ese tribunal, Ana Figueroa, votó en disidencia. Cristina, como demostró el comunicado de La Cámpora, siente una afinidad con los dos empresarios. A De Sousa, por ejemplo, solía llamarlo muy seguido. Las escuchas telefónicas legales en las que habla con el ex jefe de la Inteligencia, Oscar Parrilli, que trascendieron a la prensa, tienen un contenido revelador. Ella le nombra a De Sousa como alguien con el que no solo habla de forma casi cotidiana, si no también como una persona que cumplirá sus órdenes. “Lo hablo con Fabián (por De Sousa)”, le contesta, varias veces a Parrilli cuando hablan de coordinar una entrevista en el canal C5N. No se conoce documento, comunicación intervenida de modo legal, o siquiera una declaración pública de la ex presidenta en la que le pida a “Fabián”, o a “Cristóbal” que devuelvan al fisco los miles de millones de pesos con los que desfinanciaron el Tesoro Nacional.
Se acumulan más pruebas que vinculan a Cristóbal López con Cristina Kirchner
La Justicia suma datos en diferentes expedientes para trazar los nexos del empresario y los Kirchner.