Cristina Fernández de Kirchner no impulsó durante sus 2 mandatos presidenciales el tratamiento parlamentario de la despenalización del aborto. Al contrario: no quería saber nada de nada. De hecho, en esos 8 años (desde el 10 de diciembre de 2007 hasta el 9 de diciembre de 2015) la actual senadora frenó el debate de un proyecto que hoy muchos de sus seguidores -desde su hijo, el diputado Máximo Kirchner- apoyan y por el que militan activamente, pañuelo verde al cuello mediante. Ahora, con el trámite parlamentario iniciado en la Cámara de Diputados, Cristina se prepara para dar un giro. Sorprendentemente, tomará posición pública sobre el aborto que se discute en el Congreso durante la presidencia de Mauricio Macri, el jefe político de una fuerza de centroderecha que hegemoniza la alianza Cambiemos. Paradojas argentinas. Durante su gestión, CFK privilegió su relación con la Iglesia y no puso sobre la mesa un tema urticante con el clero. Y mucho menos luego de que Jorge Bergoglio se transformara en Papa, el 13 de marzo de 2013. Tras un sopor inicial, la Presidenta asumió una actitud proactiva con Francisco y defendió ese vínculo hasta el último día de su mandato. Por eso, el aborto fue borrado de cualquier agenda parlamentaria más allá de que varios legisladores K creían que se debía discutir el tema. Entre ellos, el principal caso es Juliana Di Tullio, quien fue jefa del bloque kirchnerista en Diputados y siempre estuvo a favor de la despenalización. Pero como miembro de un esquema político respondía a la decisión de su líder. O sea, Cristina. Quien ahora modificó su punto de vista. La estrategia es la siguiente: en Diputados se lleva adelante el tratamiento en comisiones, con una activa participación de la sociedad civil. De avanzar en los términos imaginados por los legisladores que impulsan la despenalización del aborto, se tratará en el recinto durante la primera semana de junio. Si en la Cámara baja se aprueba, pasa al Senado y entonces Cristina Kirchner hará público el cambio de su histórica oposición al aborto. Y tratará de llevar con ella a sus 8 compañeros del bloque FPV-PJ. Varias mujeres han sido clave para que ocurra este giro. Una es Di Tullio, que tiene diálogo permanente con la ex presidenta. Otra es Mayra Mendoza, diputada nacional con base en Quilmes y única mujer de la conducción de La Cámpora. Es una activa militante por el aborto y postea permanentemente fotos con el pañuelo verde que simboliza esa lucha. De todos modos, una voz que CFK escucha con atención en este asunto es la de su hija Florencia, de 28 años y madre de una nena llamada Elena. Así Cristina encontró voces a las que dio entidad y le significaron letra. Y así, ya sin el poder de la primera magistratura y las mayorías parlamentarias, la esposa de Néstor Kirchner votará en el Senado a favor de despenalizar el aborto.
Cristina Kirchner se alista para cambiar su posición sobre el aborto
Ahora la ex presidenta apoyará la despenalización. Cómo se convenció.