El cuento del príncipe azul, el amor adolescente, la pasión, la tragedia y un poco de acción. Por todas las tramas argumentativas pasó el show de Super Junior en el Luna Park. Con su Supershow 7, uno de los grupos de K-pop más importantes del mundo volvió al país y deslumbró a sus miles de fanáticas adolescentes. “Olé, olé, olé. Soy Super Junior, es un sentimiento, no puedo parar”, coreaba el gran público el viernes 20 de abril a la noche en las vísperas de un recital esperado por cinco años. Una marea azul de cotillón luminoso llenaba las tribunas del mítico estadio porteño. La tormenta que azotaba la Ciudad no pudo frenar la euforia de las ELF, el club de fans de la histórica boy band surcoreana. Con una estética inspirada en El Gran Gatsby, el espectáculo se basó en una serie de siete videos en los que se relataba una historia de amor, pasión, tragedia y drama en un cuento protagonizado por sus cantantes y una chica de aspecto occidental, para que la audiencia se sintiera identificada. Siete de los 13 integrantes originales llegaron al país. Leeteuk, Heechul, Yesung, Shindong, Euhyuk, Siwon y Donghae sacaron el último álbum Replay. Los otros seis miembros de la banda creada en 2005 por Lee Soo Moon abandonaron el grupo, algunos momentáneamente y otros porque se encuentran realizando el servicio militar en Corea del Sur. Tras un grito al unísono de todas las presentes, los siete hombres aparecieron en escena. Con trajes brillantes y un equipo de seis bailarines, colmaron el escenario con una coreografía perfectamente coordinada y un espíritu pop contagioso. Todo el Luna Park cantó al unísono Black Suit, incluso las partes en coreano. Un gran aspecto positivo del K-pop es la educación en idiomas que le inculca a sus seguidoras, la mayoría jóvenes de entre 13 y 20 años, aunque no faltaron seguidoras de la primera hora que ya tiene 30 años y lloraban emocionadas. Tampoco se olvidaron de los carteles y las banderas con inscripciones en el idioma asiático. “Queridas ELF las amo”, les dijo Heechul a todo su club de fans. Las “Everlasting Love” (amor eterno) se ubicaron en el campo vip que llevaba ese nombre y era exclusivo para las más fanáticas de todas. Tras cuatro temas, los artistas le dieron la bienvenida a su show con una serie de frases en español que leyeron -sin entender muy bien que decían-. Las “princesitas”, como las llaman los cantantes, estaban eufóricas y extasiadas de ver una vez más a su banda preferida. La última vez que vinieron fue en 2013 y, como en esta ocasión, llenaron el Estadio Luna Park. Shirt cerró la primer parte del show. Un nuevo clip, The Ring, abrió la segunda parte. Esta vez la locación fue más colorida y, al igual que en el video, los temas hablaron de la etapa de enamoramiento con This is love a la cabeza: música pop romántica y animada, con algunas secciones de rap. Pero la tragedia llegó para el tercer video. Un accidente fatal para la protagonista hizo llorar a su amado y así continuó en vivo con baladas y fanáticas que lagrimeaban. El pico de gritos y cánticos llegó a la mitad. Lo siento, el tema en español en el que tienen de invitada a Leslie Grace, fue el preferido. La canción fue creada especialmente para los fans en Latinoamérica y es el himno de esta gira. “Es un honor estar aquí”, saludó Leslie en su primera visita al país. La cantante neoyorquina, pero de familia latina, habló en castellano a los fans y cantó Diganle y Duro y suave, sus reggaetones para bailar el intervalo de la noche mientras los Super Junior descansaban. Para cerrar su participación, rindieron homenaje a Selena, la cantante latina ícono de los '90 en Estados Unidos, con su versión de Si Una Vez. Volviendo al universo K-pop, una clase de secundaria fue la locación de la nueva sección del show. Un lugar cotidiano para la mayoría de las niñas presentes, que sueñan con tener a los cantantes de compañeros de banco. Pero, a pesar de sus caras aniñadas con la piel sin marcas y una tez blanca impecable, los siete músicos tienen más 30 años. Su carrera comenzó en 2005, cuando todavía eran puros adolescentes saliendo de la secundaria y, desde entonces, han recorrido el mundo siendo el grupo de pop coreano más popular. Uno de los pocos que logró llegar a los escenarios argentinos, a pesar de que cada vez se masifica más el estilo musical entre los pre-adolescentes locales. El hit Sorry, sorry, fue la antesala del final. Tras dos horas de show, un último video cerraría el gran regreso de los Suju al país. Amor eterno le prometieron los siete protagonistas del corto a la mujer occidental. Y así también lo hicieron los músicos coreanos a sus chicas argentinas. Uno por uno se despidieron diciendo en un recién aprendido español: “Realmente las amo, nunca las voy a olvidar”. Como un sueño, los siete príncipes azules se conquistaron a sus doncellas en casi tres horas de amor y fue el final de este cuento.
Super Junior en el Luna Park: Amor y pasión adolescente al ritmo del K-pop
La boyband de pop coreana deslumbró en su regreso al mítico estadio porteño. El cuento del príncipe azul, el amor adolescente, la pasión, la tragedia y un poco de acción. Por todas las tramas argumentativas pasó el show de Super Junior en el Luna Park. Con su Supershow 7, uno de los grupos de K-pop más