Economía

El exdueño de Tiempo Argentino involucró a varios exfuncionarios K en las maniobras de lavado

"Si me presento en la Argentina me matan", dijo Martínez Rojas en una entrevista con TN Central.

Prófugo y con pedido de captura en una causa por lavado de dinero, el exdueño de Tiempo Argentino y Radio América rompió el silencio e involucró a varios exfuncionarios K en las maniobras ilegales por las que es investigado. Mariano Martínez Rojas habló desde los Estados Unidos con TN Central y dijo que si se presenta en la Argentina corre riesgo de que lo maten. Martínez Rojas mencionó en sus acusaciones al extitular de la AFIP Ricardo Echegaray, al exsecretario de Comercio Interior Guillermo Moreno (y en especial a su esposa, la escribana Marta Cascales) a empleados del exgobernador bonaerense Daniel Scioli, a funcionarios aduaneros y hasta la expresidenta Cristina Kirchner, de la que dijo que nunca vio pero que "estaba al tanto de todo". También habló del gobernador de Formosa Gildo Insfrán y del cuñado de Julio De Vido Claudio Minnicelli, detenido a principios de mes después de estar nueve meses prófugo en la causa conocida como "La mafia de los contenedores". La semana pasada el juez en lo penal económico porteño Gustavo Meirovich ordenó la captura del empresario, investigado en una causa por presunto lavado de dinero a través de 56 empresas fantasma por las que se fugaba plata al exterior. La maniobra por la que se investiga a Martínez Rojas es a partir de un grupo de personas que simulaban importaciones durante el kirchnerismo, en pleno cepo cambiario. Compraban dólares a precio oficial para operaciones que no se hacían y luego giraban las divisas al extranjero. "No estoy prófugo, vine a vivir a los Estados Unidos hace ocho meses por lo que me pasó. Voy y vengo. Me enteré de que un juez pidió mi captura por el noticiero", dijo el empresario. "Lo único que se logró con el pedido de captura fue ponerme en una posición de riesgo ante gente como el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, (el financista acusado en "La mafia de los contenedores") "Mr. Korea", gente de la Aduana y relacionada a Daniel Scioli y a Lotería Correntina", acusó Martínez Rojas. "Mr. Korea era un cerebro superdotado. Dentro de la organización estaban Ricardo Echegaray, Claudio Minnicelli y exfuncionarios de la Aduana que hasta el día de hoy tienen incidencia en el organismo", afirmó. Además dijo que Moreno "estaba al tanto de la maniobra pero no tocaba una moneda" y que "la que cobraba era su esposa Marta Cascales". Además dijo que no tuvo "el disgusto" de conocer a la expresidenta pero aseguró que ella "estaba al tanto de cada detalle". Según Martínez Rojas tanto Insfrán, Echegaray como Minnicelli tenían relación directa con la exmandataria. Por eso dijo que no quiere venir al país, porque tiene miedo de que lo maten. "Trabajé para ellos, sé cómo operan", aseguró. También dijo que a su oficina en el Palacio Alcorta llegaban diputados y senadores cercanos al gobernador de Formosa para llevarse plata, que dijo que después se trasladaba por Aerolíneas Argentinas con la complicidad de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). "En esta mafia participó la mitad del Poder Judicial", acusó el empresario. "Cada salida de divisas estaba autorizada por un juez. Tengo entendido que cobraban por firmar, porque gratis no lo hace nadie", indicó. El exdueño de Tiempo Argentino explicó que para lavar plata en la Aduana, la banda que dirigía Sung Ku Hwang -conocido como "Mr. Korea", que se entregó este año- abría empresas fantasma. Es decir, compañías dirigidas por personas insolventes. Martínez Rojas explicó que la organización juntaba toda la documentación necesaria para abrir una sociedad y así importar. Después presentaban esta carpeta con todos los papeles en los bancos para poder pagar por los contenedores. Luego se giraba el monto al exterior a través de divisas al dólar oficial. "Jugaban con la diferencia cambiaria durante el cepo. El dólar oficial estaba a $ 6 y el dólar blue a $12. Se llevaban un 100% diario", aseguró. El empresario dijo que la banda tenía un mecanismo aceitado con el que apagaban escaners para entrar contenedores y que falseaban los papeles de la mercadería que traían en la Aduana. "Si un contenedor entraba con televisores, decían que traían cajas de fósforos y el escaner se apagaba. El policía aduanero que lo revisaba estaba pago y lo hacía pasar", contó.

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