CÓRDOBA. - Salvo el mandatario local, Gustavo Bordet, los gobernadores peronistas no estarán el jueves en Gualeguaychú. Desde el círculo chico del cordobés Juan Schiaretti -uno de los más interesados en consolidar la liga de gobernadores- aseguran que es preferible "mantener el perfil bajo" y concentrarse en la gestión, al menos hasta el segundo semestre. "Hasta después del Mundial", apuntan. Schiaretti está entre los que promueven que se resalte la gestión; entiende que estos son tiempos en que cada uno consolide su poder territorial y, después, se defina un candidato. "Hay que mostrar un peronismo democrático, republicano y no alejar a los votantes independientes", repiten a su alrededor. Uno de los temas de conversación entre los gobernadores es cuánto adelantar los comicios en sus distritos el próximo año. Diez de ellos -incluido Schiaretti- pueden ir por la reelección. Para el liderazgo, señalan, no es lo mismo haber sido reelegido que solo tener la posibilidad. Schiaretti, por caso, no aspira a ser candidato presidencial, pero sí a ratificarse como un referente "indiscutible" de la liga de gobernadores. Otra es la situación del salteño Juan Manuel Urtubey, quien no puede ir por un nuevo mandato en su provincia. "Igual, no tiene por qué ser el único candidato; es todo muy prematuro", deslizan los cordobeses. Aunque coinciden en su posición antikirchnerista, Schiaretti y José Manuel de la Sota tienen diferencias en la relación con Cambiemos. El gobernador mantiene un buen vínculo con Mauricio Macri, quien lo ve como un "garante" de que el peronismo no se unirá. De la Sota, aunque muy ocupado en su tarea de diseñador de moda, no dejó nunca de hacer política. Hace unas semanas aparecieron carteles reclamando su candidatura a gobernador y, después, a presidente. "En ambos casos me ponen en un escenario en el que, voluntariamente, hoy no estoy. Dediquemos la Semana Santa a la reflexión, no a estas cosas", aclaró él por las redes sociales. No convenció a la dirigencia política; quienes lo conocen saben que no está "jubilado" y que mantiene contactos y reuniones a nivel nacional porque no quiere quedar afuera del rearmado del PJ federal. El senador cordobés Carlos Caserio, uno de los impulsores de la reunión en Gualeguaychú, junto con Miguel Ángel Pichetto, dijo a LA NACION que si bien tienen el respaldo "del grueso de los gobernadores" la iniciativa no nació de ellos, sino del Senado. "Decidimos salir a jugar políticamente; hacer un esfuerzo para la recuperación del peronismo -agregó Caserio-. Este es un sector que apoya y trabaja por la gobernabilidad, pero si no nos gusta algo, lo planteamos". La hoja de ruta de quienes promueven el encuentro incluye, hacia adelante, reuniones con gobernadores y dirigentes provinciales. El objetivo es hacer recorridos por todo el país y empezar a "diseñar un proyecto" alternativo no solo a Cambiemos, sino que los diferencia claramente del kirchnerismo. Los promotores de Gualeguaychú enfatizan que el encuentro "no es una contracumbre" en referencia a la que copó el kirchnerismo, hace dos semanas, en San Luis. El esfuerzo por separarse de ese segmento es total. "No tenemos por qué comernos a (Lázaro) Báez, (Ricardo) Jaime y la década ganada", sostienen. La "mesa política" que irá definiendo encuentros y posiciones incluye, además de a Pichetto y Caserio, al santafesino Omar Perotti, al entrerriano Pedro Guastavino y al correntino Carlos "Camau" Espínola.
