Internacionales

Con el apoyo de artistas e intelectuales

El gobierno de Ecuador había restringido las comunicaciones a Assange por opinar sobre cuestiones que Quito considera que perjudican su política exterior, como la de Cataluña. Personalidades del mundo piden por su salud y libertad.

El músico inglés Brian Eno, la diseñadora británica Vivienne Westwood y el exministro griego Yanis Varoufakis pidieron ayer que Ecuador levante las restricciones impuestas al periodista Julian Assange en la embajada ecuatoriana en Londres. Hace unos días, el Gobierno de Ecuador restringió las comunicaciones a Assange por opinar sobre cuestiones que Quito considera perjudican su política exterior, como la de Cataluña. En una carta remitida al presidente, Lenín Moreno, los firmantes, entre los que también está la actriz estadounidense Pamela Anderson, piden ayuda para que quienes defienden los derechos humanos soliciten al Gobierno que levante la prohibición impuesta hace unos días para el uso del internet. “No se trata esto solo de mostrar apoyo y solidaridad. Pedimos a todos aquellos a quienes les importan los derechos humanos que pidan al Gobierno de Ecuador que siga defendiendo los derechos del activista”, al que califican de hombre con “coraje”, dice la misiva. “Si no hay libertad de expresión para Julian Assange, no hay libertad de expresión para ninguno de nosotros”, agrega la nota, que ha sido firmada por unas 20 000 personas. La nota se suma a una carta abierta firmada por intelectuales de distintos países a poco de conocerse la restricción impuesta al fundador de Wikileaks. “Si alguien ha contribuido a documentar los circuitos ocultos de la intervención de la CIA, el Pentágono y el Estado norteamericano en la vida de las personas y de los otros estados, ese es Julian Assange. Su trabajo en WikiLeaks es invaluable para todos quienes comparten la lucha por la democracia y la autodeterminación, ” señala la carta, firmada, entre otros, por el fraile dominico brasilero Frai Betto, la exembajadora argentina Alicia Castro y el economista español Juan Carlos Monedero. . “Después de un encierro de casi ya seis años en la Embajada de Ecuador en Londres, en calidad de asilado; después de que se le ha otorgado la ciudadanía ecuatoriana, hoy el gobierno de Ecuador sorpresivamente ha decidido cortarle el acceso a Internet y a todo tipo de comunicación con el exterior, colocándolo en una especie de `celda de castigo´ por haber enviado un tuit incómodo. La seguridad, integridad, salud mental y derechos políticos de Assange están siendo vulnerados. Llamamos al gobierno de Ecuador a restablecer las condiciones de su asilado, y ahora también ciudadano Julian Assange, y a seguir insistiendo en la posibilidad de su traslado a Ecuador, para que pueda nuevamente vivir en libertad. “Consideramos a Julian Assange ciudadano del mundo y un emblema de la lucha por la democracia. Esos mismos valores que el Estado ecuatoriano reconoció en el momento de concederle el asilo. Hoy Julian Assange está en peligro y con él también la libertad de información, expresión y autodeterminación, ”advierte la carta, que también lleva la firma de el sociólogo argentino Atilio Borón y la exsenadora colombiana Piedad Córdoba. “Tememos que se avance hasta la cancelación del asilo o medidas similares. La decisión tomada por el gobierno de Ecuador lo ha puesto en riesgo. La integridad y la vida de este insustituible luchador por la libertad está en sus manos, ” Según el Gobierno ecuatoriano, Assange violó un acuerdo de diciembre de 2017 por el que se había comprometido a no opinar sobre cuestiones de otros países y deberá afrontar esta desconexión. Entre los últimos comentarios fue la comparación que hizo de la detención del dirigente independentista catalán Carles Puigdemont, el pasado domingo en Alemania, con la de Lluís Companys por la Gestapo en 1940, para su posterior extradición a España y fusilamiento por el régimen franquista. El pasado febrero, una juez británica decidió mantener en vigor la orden de detención que pesa sobre Assange, quien sería detenido si sale de la embajada, aunque Suecia retiró el año pasado la orden de extradición que había dictado para cuestionarle sobre presuntos delitos sexuales. El periodista australiano, refugiado en la legación diplomática ecuatoriana desde 2012, ha sostenido que no quiere ser detenido en el Reino Unido ante el temor a ser extraditado a Estados Unidos, donde cree que pueda ser condenado por filtrar miles de documentos y cables diplomáticos a través de WikiLeaks.

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