Pese a que el jueves el Consejo Directivo de la CGT ratificó de manera definitiva avanzar en la movilización de este martes (hubo muchas idas y vueltas hasta la fumata blanca), en el sector de Los Gordos y otros gremios satélites y numerosos, como la UOM, no hay voluntad de "trabajar" la marcha. Es decir, de movilizar a la tropa para darle volumen a la convocatoria. "Ojalá que no sea un fracaso", deslizan desde este grupo, entre los que se encuentran Héctor Daer (Sanidad), Rodolfo Daer (Alimentación), Armando Cavalieri (Comercio) y Francisco Gutiérrez (UOM) como si apenas fueran testigos que miran por la ventana. Y agregan: "Van a movilizar más las organizaciones sociales y las CTA que la CGT, que es quien la promueve, ya que no marcharán desde delegaciones del interior y habrá un 30% de gremios confederados en la calle". El recopilado de las declaraciones de este grupo sigue: "Cuando te dicen que hay que movilizar por el clima y no podés debatir estás en el horno; acá no se trata de dirigentes duros o dialoguistas, sino de armar una estrategia y es lo que no hubo en la CGT", analizan. Y agregan: "Lo único que se busca es preservar la unidad". - ¿Pero esto no se debatió y se votó a favor de la marcha en el Plenario de Ferro del 28 de julio?, preguntó Clarín a un dirigente de peso del sector más dialoguista. - Eso no fue un Plenario, hubo apenas 32 secretarios generales y solo hablaron tres. Además, los barras no dejaron ni hablar. En la vereda opuesta a este sector están los moyanistas, en cabeza de Juan Carlos Schmid y Pablo Moyano, quienes vienen tejiendo reuniones con sectores extra CGT. Por ejemplo, con las CTA: hubo foto el viernes de ellos dos junto a Pablo Micheli, Hugo Yasky y Roberto Baradel. Si el río venía revuelto, un dirigente sindical cegetista comentó a Clarín: "La CGT no quiere partidizar el acto, pero si se sube Yasky al palco, que es candidato de Cristina, muchos nos vamos a bajar del escenario". En ese recorrido de búsqueda de apoyos también se subió al camión moyanista Sergio Palazzo. El bancario, que lidera la Corriente Federal, pidió paro ayer mismo y dijo que "tiene que ser lo antes posible, lamento si hay en medio un proceso electoral". Este sector, kirchnerista, confío a este diario estar "contentos porque los trabajadores encuentran a alguien que los representa de manera unificada". Esperan que sólo los gremios del transporte muevan 30.000 personas. Para evitar sorpresas desagradables, Pablo Moyano se encargará de la logística de seguridad: como adelantó este diario, blindará el escenario con unos 10.000 camioneros para evitar abucheos al secretariado general. Pero principalmente, al único orador del acto, es decir a su coequiper Schmid. A diferencia de todos los actos precedentes, en esta ocasión el único orador será el portuario; muestra de las tensiones internas. Entre los entretelones gremiales, por ejemplo, está Sergio Romero, secretario general de UDA (Unión Docentes Argentinos) quien, pese a ser muy crítico del Gobierno, venía congeniando con Los Gordos por el escenario post electoral de "no movilizar". Sin embargo, confirmó a Clarín que movilizará: "Estaremos con unos 20.000 compañeros, respeto la decisión del Consejo Directivo y la institucionalidad de la CGT por sobre todas la cosas", respondió ante la consulta sobre su posición de marchar o no. También el sector de Los Independientes, que tutelan José Luis Lingeri (Aguas), Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (Construcción), dialogó con este diario. Contexto: este grupo juega siempre con Los Gordos; de hecho, venía manteniéndose en la posición de no marchar, pero finalmente acompañó al moyanismo, lo que para los (¿ex?) aliados fue una traición. Para ellos "la marcha será masiva" y frente a la consulta de que ciertos gremios "jugarán a menos" consideraron que "los Gordos son gremios grandes pero nunca brillaron por movilizar mucha gente, por lo que será como siempre". Como estos gremios tienen muy buena sintonía con el Gobierno (por ejemplo la UOCRA está recuperando los afiliados perdidos durante el 2016 en gran parte gracias a la obra pública) buscarán "bajarle el contenido político": tienen en agenda reabrir una mesa de diálogo con la Rosada. Explican que "bajarle el contenido es no hacerle el juego a la familia Moyano" sino que todo esto "sirva para ser constructivos". Sobre este posicionamiento de poder del moyanismo sí coinciden con Los Gordos. Un secretario general del ala moyanista definió, con una simple frase, lo que se vive puertas adentro de Azopardo: "La CGT no es democrática, es política".
