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Conmoción en Brasil por el asesinato de una concejala

Marielle Franco, de 38 años, era reconocida por su lucha por los derechos humanos y contra la violencia policial. Había sido nombrada como relatora para controlar la intervención militar decretada por Temer, rol desde el que denunció el actuar de las operaciones policiales.

La concejala del partido de izquierda brasileño PSOL Marielle Franco fue asesinada a balazos este miércoles a la noche en el centro de Rio de Janeiro cuando regresaba de un acto político. La dirigente era reconocida por su lucha por los derechos humanos y contra la violencia policial. En las redes sociales se multiplicaron los llamados a marchar hoy frente a la Asamblea Legislativa de Rio (Alerj) y en otros puntos de la ciudad para repudiar el homicidio. "¡Marcha contra el genocidio negro! SOMOS Marielle Franco", fue una de las convocatorias. Franco, de 38 años, regresaba ayer a la noche a su domicilio cuando un auto se aproximó al suyo y le disparó varios tiros, informaron las autoridades. Ella y el conductor murieron en el acto, en tanto otra de las pasajeras del vehículo, su asistente de prensa, logró salir con vida del ataque. En las últimas semanas, Franco denunció un incremento de la violencia policial en las favelas y se opuso a la intervención militar del área de la seguridad de Rio, decretada por el presidente Michel Temer para tratar de contener una escalada de violencia que no para de crecer desde el fin de los Juegos Olímpicos de 2016. El gobernador del Estado de Río, Luiz Fernando Pezao (centroderecha) y el alcalde evangélico Marcelo Crivella denunciaron respectivamente un acto de "extrema cobardía" y "un brutal asesinato". "El gobierno federal seguirá la investigación del asesinato de la concejala Marielle Franco y del conductor que le acompañaba este miércoles", indicaron en una nota. Amnistía Internacional exigió una "investigación inmediata y rigurosa", para que "no queden dudas sobre el contexto, la motivación y la autoría" del asesinato de la dirigente. Hace dos semanas, Marielle Franco asumió la función de relatora de la Comisión de la Cámara de Concejales de Río, creada para vigilar la actuación de las tropas a cargo de la intervención militar decretada por Temer, una medida sin precedentes desde el retorno de la democracia en 1985. El 10 de marzo, denunció en las redes sociales una operación policial en la favela de Acarí. "El 41 Batallón de la Policía Militar está aterrorizando y violentando a los habitantes de Acarí (.). Es algo que ocurre desde siempre y con la intervención es peor", escribió. Franco había entrado en la Cámara Municipal de Río en las elecciones de 2016, como quinta concejala más votada, con 46.000 apoyos. Las elecciones locales de ese año estuvieron marcadas por unos veinte asesinatos de candidatos a alcaldes o concejales en Río, aparentemente ligados a la presencia de milicias parapoliciales y de bandas de narcotraficantes que se disputan el control de las favelas donde viven cerca de 1, 5 millones de personas. Marielle Franco, nacida y criada en el complejo de favelas de Maré, una de las zonas más violentas, se había graduado en Sociología y realizó una maestría en Administración Pública. Trabajó luego como asesora del diputado del Estado de Río Marcelo Freixo, que en 2011 dirigió una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre el tráfico de armas, una labor que le valió numerosas amenazas de muerte.

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