Aníbal Ibarra anunció este lunes a la tarde su renuncia como abogado defensor de la expresidenta Cristina Kirchner en la causa por el memorándum con Irán, vinculado al encubrimiento del atentado a la AMIA. Había asumido la representación de la ex Presidenta hace tan solo una semana. Seguirá como abogado Roberto Boico quien además defiende a Oscar Parrilli en este expediente. El mismo día que el juez Claudio Bonadio elevó a juicio oral y público la causa en la que Cristina Kirchner y once imputados más, están acusados de estorbo de un acto funcional, abuso de autoridad y encubrimiento agravado, al haber participado con diferentes roles en la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, uno de sus abogados renunció a la defensa. "Motiva esta decisión la información de que han puesto en marcha una operación mediática y política para golpear sobre CFK utilizando -una vez más- la tragedia de Cromañón", sostiene el ex jefe de Gobierno porteño en una carta publicada en su cuenta de Twitter, donde eligió oficializar su apartamiento de la causa. Ibarra sostiene que ya se lo comunicó a Cristina Kirchner y por ahora continuará defendiéndola Roberto Boico quien asumió desde un principio la representación de Oscar Parrilli, procesado también en esta investigación que mañana posiblemente, ya tendrá asignado un Tribunal Oral Federal. Respecto a las razones de su apartamiento como abogado de la senadora en la causa que inició con la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman, Ibarra añadió: "Quiero expresar públicamente el orgullo de haber recibido la confianza de CFK para defenderla de esta persecución que ofende los valores democráticos de nuestra sociedad", enfatiza. Según señalaron fuentes judiciales a Clarín, "al menos por las próximas semanas no requiere que se nombre otro abogado en reemplazo, no sólo porque uno de ellos continuará, sino porque la próxima instancia es remitir toda la documentación del expediente al Tribunal que resulte sorteado". En esta causa, Bonadio acusó a los imputados de "participar de una maniobra delictiva que lograría la impunidad de los ciudadanos de nacionalidad iraní que fueron imputados como responsables del atentado de la AMIA, en desmedro de los intereses de los afectados y del esclarecimiento del atentado, cuya finalidad era, entre otras cosas, normalizar las relaciones con la República Islámica de Irán". La semana pasada al asumir la defensa, Ibarra había señalado que se trataba de una "causa política, una causa que es emblema de la persecución a la oposición desde el Poder Judicial". Antes de incursionar en la política, Ibarra fue fiscal federal entre 1986 y 1990. A mediados de 2000 fue electo jefe de Gobierno por la Alianza y consiguió la reelección en 2003, esta vez recostado en el flamante presidente Néstor Kirchner. Se impuso a Mauricio Macri en segunda vuelta. Con todo, los Kirchner no hicieron demasiado esfuerzo para sostenerlo en el cargo cuando la Legislatura sometió a juicio político por la tragedia del boliche Cromañón, ocurrido el 30 de diciembre de 2004. Y finalmente Ibarra fue destituido. Hoy finalmente, hizo pública la renuncia a la defensa de Cristina y adujo que a la expresidenta "debo profesionalmente y por compromiso político defender y cuidar", y que por eso tomó esta decisión. "No es justo ni posible que además de defenderse ella de la persecución política y judicial a la que es sometida tenga que ocuparse también de todo esto ─considera─.", añadió. Al finalizar su comunicado agregó: "Seguiré acompañando al doctor Roberto Boico en su trabajo profesional en lo que sea necesario sin ninguna vinculación formal como abogado defensor. Y seguiré también compartiendo la defensa de Oscar Parrilli, también perseguido político en esa causa y en otras."
