Sociedad

Atención médica a extranjeros | La odisea de una argentina que pagó $ 10 mil para tratarse en Bolivia

Una salteña denunció que tuvo una pésima asistencia en el hospital, que "nada fue gratis" y que a su hija la cortaron las heridas sin anestesia.

Una familia salteña vivió una verdadera pesadilla en Bolivia, mientras viajaban en micro para participar de la peregrinación de la Virgen de Urkupiña en Cochabamba. En pleno traslado sufrieron un accidente y no solo tuvieron que pagar $ 10 mil por gastos médicos en un hospital de ese país, sino que denuncian que el trato fue pésimo. "Si no, no me entregaban a mi hija", acusó una de las accidentadas. La noticia se conoce en medio de la controversia con Bolivia por el rechazo de ese país a la reciprocidad en los servicios de salud con los argentinos, luego de que Jujuy adelantara que le cobraría a los ciudadanos de ese país que no fueran residentes en la Argentina. El accidente se produjo en septiembre pasado, mientras la familia viajaba para realizar la peregrinación de la Virgen de Urkupiña en Cochabamba. El ómnibus que trasladaba a los fieles se accidentó mientras subía un puente y terminó volcado. El accidente terminó con un nene muerto y 20 heridos. Entre ellos estaban Silvia de la Silva, su hija Patricia y su nieto, que a partir de ese momento atravesarían por un infierno. "Nos llevan al hospital pero nos mantienen en un box, ya que nos decían que no había espacio. A mi hija, que era la que sufrió las peores heridas, de la clavícula a la axila, le quitaron la ropa, le limpiaron las heridas y empezaron a cortarla sin anestesia. Lloraba y se descomponía de los gritos, pero le dijeron que ya estaba sedada", cuestionó, en una entrevista con TN. La mujer explicó que "nada fue gratis" y que tuvo que pagar $ 10 mil para que dejaran ir a su hija y seguir con los cuidados médicos en nuestro país. "La atención en el hospital fue pésima", cuestionó. "Empecé a ver cómo hacía para traerla a Salta, conseguí la plata y, logré hacerlo, aunque no fue fácil. Me dijeron que debía pagar o conseguir dos dadores de sangre para irme", explicó. Silvia contó que su hija no fue dada de alta, que sigue con tratamientos médicos en la Argentina y que podría haber perdido un brazo. Además criticó que a pesar de que tiene las facturas por los servicios en el hospital envió a una persona al centro de salud para que pida los estudios que le hicieron a su hija, como una tomografía, pero que allí le negaron que tuvieran estos exámenes.

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