Seguridad

Cayó otro sospechoso por el robo al abogado: había sido condenado a perpetua y estaba con libertad condicional

Tiene 38 años y cayó por una huella digital. Hacía cinco meses que había dejado la cárcel por el homicidio de un policía en 2000.

Cinco meses y 12 días le duró el beneficio de la libertad condicional a Renzo Germán Ranieri (38). El hombre que dejó la cárcel tras haber sido condenado a prisión perpetua por el homicidio de un policía fue detenido hoy: lo acusan de ser el cómplice del ladrón baleado por un abogado que se resistió a los tiros a un robo en Vicente López. Una huella dactilar en un teléfono celular encontrado dentro del Toyota Etios en el que los delincuentes interceptaron al abogado laboralista cuando estaba a punto de subir a su BMW hace tres días fue la clave que le puso nombre al delincuente que huyó a la carrera luego de que balearan a su cómplice: Marcelo David Alfredo Arcuaz Di Giorgio (32), alias "Piquito". Tanto “Piquito” como Ranieri tienen antecedentes. El jueves pasado, cerca de las 21.30, al momento de intentar asaltar y llevarse secuestrado al abogado en la puerta de la sede del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (Setia) de la localidad de Florida, Di Giorgio estaba prófugo de la Justicia: el 7 de diciembre de 2017 aprovechó una de las salidas transitorias de las que gozaba en la Unidad 41 de Campana para no volver más a la cárcel. Ranieri, en cambio, tenía el beneficio de la libertad condicional desde el 13 de septiembre pasado por disposición del Juzgado de Ejecución Penal 4 de San Martín. En 2004 el Tribunal Oral en lo Criminal 20 de Capital Federal lo había condenado a prisión perpetua por matar al policía Andrés Pascual Tamburella (54) el 16 de noviembre de 2000. Los jueces Cecilio Alfredo Pagano, Luis Fernando Niño y Hernán San Martín dieron por acreditado que esa tarde el efectivo fue asesinado de nueve balazos cuando cinco delincuentes huían tras haber robado en una confitería de la avenida Figueroa Alcorta y La Pampa, de Belgrano, donde habían baleado a otros dos policías. Por una huella Fueron los efectivos de la Policía Científica quienes recolectaron una huella dactilar en un teléfono celular encontrado dentro del Toyota Etios en el que los delincuentes interceptaron al abogado laboralista cuando salía de la sede del Setia de Italia al 1600, en el partido de Vicente López. Con ese dato, los investigadores cotejaron la huella con el AFIS (la base de datos de personas con antecedentes) y establecieron que se trataba de Ranieri. Así, se montaron tareas de vigilancia encubierta en dos domicilios que el sospechoso frecuentaba. Fue en la vivienda de la calle Saavedra al 2000, de Villa Maipú, en el partido de San Martín, que el sospechoso fue detenido esta mañana pese a que intentó escapar por el fondo de la vivienda. El caso El fiscal de Vicente López a cargo del caso, Martín Gómez, le había tomado declaración testimonial al abogado, quien relató que el jueves 21.30 salió de la sede del Setia y se dirigió a su auto BMW, donde fue abordado por un delincuente que bajó de un Toyota Etios, donde lo esperaba un cómplice. La víctima le entregó el celular, el reloj y le dijo que se llevara el auto, pero el asaltante le manifestó: "Subite porque esto es un secuestro". Según los dichos del abogado, forcejó con el delincuente porque no quería subir al coche y fue entonces que apareció su cómplice en escena. El segundo delincuente le sacó la billetera y también le pidió que ascendiera al BMW. Fue entonces que el abogado tomó de la guantera de su auto el revólver Colt calibre .38 del que es legítimo usuario y le disparó un tiro en el pecho. “Piquito” murió en el acto y su cómplice huyó del lugar corriendo, dejando el Toyota Etios en las escena del crimen. Luego se pudo establecer que una hora antes del intento de robo y secuestro al abogado, los mismos ladrones, en el Toyota Etios, habían asaltado a otro conductor en una estación de servicio Shell ubicada a 20 cuadras y a metros de la autopista Panamericana, en Blas Parera y San Martín, de Florida: le robaron un auto Volkswagen Golf, un celular y una billetera, que luego aparecieron dentro del Etios.

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