Primero confesó que lo mató, luego lo negó y después aseguró que los dos disparos fueron accidentales. Hoy, a casi tres meses del asesinato, la pericia balística confirmó que Nahir Galarza asesinó a Fernando Pastorizzo. El primer tiro, el más importante, se lo dio a quemarropa y por la espalda. El segundo, con el que lo remató, cuando estaba boca arriba, en el piso, desangrándose. El abogado Sebastián Arrechea, que representa a Gustavo Pastorizzo, papá de Fernando, explicó en Clarín que la conclusión de la pericia balística "es clarito" y que el primer disparo de Nahir fue "por contacto débil" en la espalda, es decir, a quemarropa. Por su parte, el abogado Rubén Virué, que representa a Silvia Mantegazza, la mamá de Fernando, recreó la escena: "El primer disparo es sobre la moto. Él cae y queda acostado en el piso con el pecho de frente. Ahí, a 50 centímetros, recibe el segundo disparo". En una de sus declaraciones, Nahir reconoció que sabía usar armas al explicar cómo la manipulaba: "Primero se saca el seguro y luego se agarra de arriba, se tira hacia atrás y se suelta y así está listo el arma. Yo sola cometí el hecho. Yo le disparé". La madrugada del 29 de diciembre, cuando viajaban en moto por la calle General Paz al 300, de Gualeguaychú, Nahir se bajó, le disparó a Fernando por la espalda con el arma reglamentaria de su papá policía, lo remató de frente y huyó. La joven, de 19 años, explicó que luego de acribillar a la víctima, de 20 años, dio una vuelta a la manzana, regresó a su casa, dejó el arma de donde la había sacado, arriba de la heladera, sin que su papá se diera cuenta y finalmente se fue a dormir, según publicó El Día de Gualeguaychú. El Tribunal Oral de Juicio y Apelaciones ordenó que la detenida continúe con prisión preventiva mientras el fiscal Sergio Rondoni Caffa avanza con la investigación. En la Comisaría de la Mujer y la Familia, Nahir pidió un colchón, un ventilador y un personal trainer. Le dieron el ventilador.
