Política

Sacrificar un peón

En diálogo con la AM 750, sostuvo que la renuncia del subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Guilligan, por haber ocultado una cuenta offshore en Andorra, “no se trata de una decisión" relacionada con las "convicciones” del Gobierno, sino que fue una maniobra política y mediática “para que no se hable" del ministro Caputo, denunciado “por algo más grave”: ser titular de un conglomerado de empresas en un paraíso fiscal.

El diputado del Frente para la Victoria (FpV) Rodolfo Tailhade sostuvo que la renuncia del subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Guilligan, por haber ocultado una cuenta offshore en Andorra, “no se trata de una decisión que tenga que ver con las convicciones” del gobierno de Cambiemos, sino que se trató de una maniobra política y mediática “para que no se hable del ministro de Finanzas”, Luis Caputo, quien fue denunciado “por algo más grave”: ser titular de un conglomerado de empresas en un paraíso fiscal. “No se trata de una decisión meditada o que tenga que ver con las convicciones, sino una necesidad de privilegiar este caso por sobre el de Caputo”, puntualizó el legislador nacional durante una entrevista por AM 750, en la que explicó parte de las razones por las cuales presentó ayer una denuncia penal contra el ex funcionario, que recayó en el juzgado de Claudio Bonadio y que tendrá como fiscal a Alejandra Mangano. La hipótesis principal de la acusación “es que hay lavado de activos”, afirmó e indicó que el argumento se basa en las explicaciones que el propio funcionario intentó dar luego de que se revelara que tenía 1, 2 millones de dólares en una cuenta offshore de un banco de Andorra. El subsecretario renunciante había dicho que ese dinero “era de Francisco Casal, quien tenía problemas con el fisco uruguayo" y “no podía figurar” en una cuenta. Tailhade fundamentó que, si esto es así, el propio Díaz Guilligan "reconoce su complicidad en una maniobra de lavado de dinero, porque si Casal tenía problemas y ocultó ese dinero al estado uruguayo”, el ahora ex funcionario “intervino como cómplice esencial de esa maniobra”. En este sentido, para Tailhade, la caída del funcionario de la segunda línea de Cambiemos tiene dos ejes. Uno de ellos es porque su situación “era insostenible desde que el propio radicalismo pidió la renuncia o el apartamiento”. Y la segunda fue “para que se hable de un subsecretario y no del ministro de Finanzas”, acusado “con pruebas mucho más contundentes”, definió. Según información certificada por la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), Caputo “es el dueño final, el controlante del conglomerado de sociedades offshore que manejaba el fondo de inversión Noctua”, subrayó Tailhade. “Y no solo ocultó todo ese patrimonio en su declaración jurada –añadió el legislador del FpV- sino que, lo más grave, a través de ese fondo de inversión compraba deuda argentina que él mismo emitía”. Por otra parte, el diputado desestimó la acusación surgida desde el oficialismo y del propio Díaz Guilligan, de que la denuncia en su contra se trató de una maniobra de la oposición. “No te tenemos nada que ver. La información salió publicada en diario El País, de España, que no puede ser calificado de kirchnerista”, afirmó. Lo que pasa, agregó, es que “el blindaje mediático que (el Gobierno) tiene acá, no llega a España; y cuando salen estas cosas no las pueden parar. Lo mismo pasó con Panamá Papers”.

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