Política

Se desinfla la protesta de la CGT del martes que viene y un sector pide suspenderla

Tras las elecciones, "los Gordos" fijaron una postura más moderada y no quieren confrontar con el Gobierno; Moyano y Barrionuevo, en cambio, desafían hasta con un paro

La movilización que la CGT programó para el martes que viene a la Plaza de Mayo está en duda. Y si se concreta, difícilmente reúna a todos los sindicatos. Sería el detonante para una nueva división de la central obrera. El influyente sector de "los Gordos" (grandes gremios de servicios), que cuenta con mayoría en el consejo directivo, propondrá mañana en Azopardo suspender la protesta, que había sido acordada en un plenario de autoridades el 28 de junio último. Tendrán además el apoyo del sector "independiente". Entre versiones de ruptura, las diferentes corriente internas de la CGT se reunieron ayer por separado para evaluar los resultados de las elecciones, en las que por primera vez en muchísimo tiempo el rol del sindicalismo peronista se redujo casi a una nota al pie. No habrá una lectura sindical común sobre las PASO, aunque sí surge una preocupación que los amontona en un mismo rincón: la inquietud por las intenciones oficiales de avanzar en una reforma laboral, que tenga el aval de los sindicatos y de los empresarios. En la reunión de consejo directivo de mañana chocarán entonces dos posiciones que se anticipan antagónicas. La más dura, que pretende mantener a flote la movilización del martes y activar un paro nacional en septiembre, es impulsada por los adherentes de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Y la más moderada, que apuesta a conservar el diálogo y la negociación con la Casa Rosada hasta después de las elecciones generales de octubre, es la decisión de "los Gordos" e "independientes". "La marcha se hace sí o sí. Es lo que se acordó en el plenario. No hay razón para que se modifique", dijo hoy a LA NACION Juan Carlos Schmid, el referente del moyanismo en el triunvirato de mando de la CGT. Schmid contará mañana con los apoyos de Pablo y Facundo Moyano, pero no de todos los sindicatos del transporte, el otro bastión al que representa. Desde el Gobierno siguen de cerca el endurecimiento de los Moyano y no descartan mantener las negociaciones reservadas con el jefe camionero. Esta tarde, por ejemplo, Moyano coincidiría con el presidente Mauricio Macri en el lanzamiento de la Superliga de fútbol. O, en menor escala, Schmid y Facundo Moyano participarán hoy junto con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca , de un panel en la Universidad Torcuato Di Tella sobre la "Robotización y el futuro del empleo". Estos encuentros podrían condicionar al moyanismo, lo que haría caer definitivamente la movilización de la semana que viene.

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