El juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), Raúl Eugenio Zaffaroni, repitió ayer que quiere que el gobierno electo de Mauricio Macri termine antes su mandato. “No quiero un 2001, evitemos un desastre de esa naturaleza. Evitar eso es clave, evitemos violencia”, dijo en una entrevista con el canal de noticias C5N, y agregó: “¿Que se vayan antes? Sí, que se vayan en 2019, si llegan a 2019… Esto nunca termina bien. No terminó bien 1982. Ni en el 2001. De lo contrario vamos a tener un serio problema. Si se van antes, podemos resolver el problema”. El extravío antidemocrático del doctor Zaffaroni sorprende a muchos sectores que lo respetan o respetaban. Hizo una carrera premiada, sus libros sobre derecho fueron y son pilares ineludibles para académicos, y para miles de alumnos en distintas facultades que estudian la ciencia que indaga sobre cómo mejorar las normas de la convivencia democrática. Sin embargo, su propia historia lo vincula con diferentes dictadores argentinos, gestiones en las que la Constitución fue abolida. La comparación de Zaffaroni con un posible estallido político, económico y social como el del 2001, es también contradictoria con su propio curriculum. El juez de la CIDH fue legislador porteño por una lista de la Alianza que lideraba Fernando de la Rúa. Y en diciembre del 2001 era titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo. Mientras ocupada ese puesto, ocurrió el corralito, el crack del que hoy Zaffaroni teme que vuelva. En aquellos tiempos, la opinión no escuchó su voz crítica sobre una gestión que terminó mal, como bien dice, eso sí. En junio del 2013, el escritor, periodista y hoy embajador Rodolfo Terragno, escribió un artículo en Clarín contando su experiencia como senador cuando impugnó el pliego de Zaffaroni como postulante a la Corte Suprema propuesto por Néstor Kirchner. Terragno contó que se opuso porque el hoy magistrado de la Corte IDH fue designado juez por el dictador Jorge Rafael Videla. Ocupó el Juzgado Nacional en lo Criminal de Sentencia de la Capital Federal. El ex senador recordó que Zaffaroni juró “observar y hacer observar fielmente los objetivos básicos fijados (por la Junta Militar) y el Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional”. Eso significa que juró hacer cumplir la abolición de los tres poderes del Estado: “la disolución del Congreso”; “que fueran removidos los jueces de la Corte Suprema”; “el Procurador General de la Nación”, y que se prohibieran, entre otras medidas antidemocráticas, el derecho “a las actividades gremiales”. Terragno redactó en aquel artículo que Zaffaroni no desmintió ese pasado olvidado. Y agregó que además ya había sido juez de otra dictadura en la Argentina. Juró como Camarista en la provincia de San Luis cuando tomó el poder mediante un golpe de Estado Juan Carlos Onganía. Terragno remarcó también que, durante su postulación al Senado como Juez de la Corte, aun figuraba en un listado realizado por las Madres de Plaza de Mayo de jueces que “juraron por los objetivos” de la dictadura de Videla. El periodista Diego Rojas documentó en la web plazademayo. com cómo fue que Zaffaroni rechazó habeas corpus de familiares de detenidos de modo ilegal por las fuerzas militares. Fueron desaparecidos. Según explicó Zaffaroni, se enteró que el Gobierno de Videla desaparecía personas sin someterlas a Derecho “en el extranjero” durante un viaje que hizo en 1978. Como recuerda Terragno, volvió al país y siguió como juez. Zaffaroni hoy pide que se adelante la salida de un gobierno votado por la mayoría. Dice que si termina su gestión de acuerdo a la Constitución habrá un “desastre” como el del 2001. Dice que quiere evitar la violencia. Lo que nunca aclaró ni hizo una autocrítica, es que él fue parte de esa gestión trágica. Como de otras, aún peores.
Los extravíos del doctor Zaffaroni
Pide evitar una crisis como la del 2001, pero fue legislador de la Alianza. Pasado como juez en la dictadura.