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José Luis Chilavert: "El socialismo del siglo XXI sirve para fomentar vagos"

Sonríe y sus ojos desaparecen. Acaba de volver de China y revela que entre el pelo rapado y la cara …

Sonríe y sus ojos desaparecen. Acaba de volver de China y revela que entre el pelo rapado y la cara redondeada su parecido con Buda desataba bromas a cada paso. Un José Luis Chilavert distinto confiesa que solo lloró tres veces: cuando murió su padre, Félix; cuando operaron de adenoides a su hija, y cuando se retiró del fútbol, en 2004. Nunca más. Cuenta que Bilardo intentó nacionalizarlo para que atajara para la Argentina en Italia 90. Que los botines de Ronaldo, el 'Fenómeno', son los únicos que pidió en su carrera y están bajo llave en una caja de seguridad en Paraguay. Que a Macri le faltaron algunos dólares para llevarlo a Boca, entonces le sugirió un nombre: Oscar Córdoba. Que le salvó la vida a un comisionado paraguayo de la ONU en una misión en África cuando un miliciano rebelde descubrió su bandera albirroja bordada en el uniforme: "¿Paraguay? ¡Chilavert? the best goalkeeper... crazy goalkeeper!". Que nunca más jugó al fútbol por miedo a lesionarse. Que un día Bianchi lo puso de Nº 6 en un amistoso ante Sarmiento, de Junín, en una pretemporada en Necochea. Que las cábalas son las excusas de los débiles. Que a los futbolistas les gusta más la farándula que entrenarse. Que Bielsa es su amigo. Que ya no sufre los vuelos en avión: "Como no hay un taller mecánico en el aire, me resigné". Que los actos benéficos simplemente se hacen, no se anuncian... y prefiere no contar mucho más. Que Julio César, Rolando y John son sus hermanos. Que se les escapan insultos en guaraní cuando se enoja. Que camina 10 kilómetros dos veces por semana. Que nunca se tatuó ni lo hará. Que su vida privada es infranqueable, pero casado hace muchos años con Marcela, se le ilumina la mirada cuando habla de Anahí, su hija de 19 años. Estudiante de la carrera de relaciones internacionales, en un tiempo en la familia Chilavert habrá una diplomática. El hombre de la dialéctica explosiva, a los 52 años, descubre su política de marketing: "Vine de un país pequeño, sin ayuda. A mí no me conocía nadie y la única manera de llamar la atención era peleando con ciertas figuras. Cuando ya tomé cierto éxito, el papel de malo me resultó mucho más fácil de hacer que el de bueno. Lo que pasa es que en el mundo del fútbol no se puede ser bueno. La gente no entiende que dentro del terreno de juego no podés ser amigo del rival. Podemos abrazarnos y saludarnos antes del partido, pero durante el juego, si el rival tiene la oportunidad de pisarme la cabeza para hacerme un gol, me va a pisar por más amigo que sea. Dentro de la cancha no me gustaba perder y buscaba todos los mecanismos para ganar". Siempre llama la atención. "Cuando uno tiene éxito y no se calla, a muchos les molesta. Y yo les digo: la verdad no ofende. A mí nadie me puede señalar con un dedo y decir 'Chilavert es drogadicto o Chilavert es alcohólico'. Y ningún compañero, ni de Paraguay ni de ninguno de los lugares en los que estuve, ha hablado mal de mí. Es más: los hinchas de los rivales que alguna vez me insultaron ahora, cuando me los cruzo por la calle, me dicen 'nosotros te insultábamos, pero te queríamos tener en nuestro arco'". -¿Qué lugar creés que ocupás en la historia del fútbol argentino? -No tengo dudas de que estoy entre los grandes arqueros de la historia de la Argentina. Dejé un legado, fui un adelantado. Tanto Mourinho como Guardiola, por ejemplo, hoy se fijan en cómo juega un arquero con los pies antes de contratarlo. Hoy el arquero es una figura fundamental dentro del equipo: tiene que saber jugar como un líbero, tiene que saber leer las jugadas, tiene que tener un sprint muy veloz... Hubo muchos atajadores, pero mi estilo fue ser jugador. Hoy ver jugar a Ter Stegen en Barcelona es fantástico, porque es un jugador más dentro de la cancha. De pronto, la entrevista gira. Una pregunta inofensiva abre otra dimensión: Paraguay ya no fue a Brasil 2014, ¿cuánto sufrirás no verlo en el Mundial de Rusia? "Me duele porque todos los dirigentes que yo he denunciado en el FIFAgate están presos. Y los que están hoy al frente de la Conmebol son peores que los que están adentro. El presidente de la Conmebol fue presidente de la Federación Paraguaya (APF), y el presidente que está ahora en la federación no ha hecho ni una auditoría de la gestión anterior. Quiere decir que la corrupción sigue. La APF está perdida, dudo mucho de que Paraguay pueda ilusionarse con el Mundial de Qatar 2022. Y además involucran a Paraguay en una candidatura conjunta para el Mundial 2030, no engañen a mi gente. Brasil quedó lleno de deudas". -Exactamente, ¿qué denunciás?-Juan Ángel Napout, que fue presidente de la Conmebol y está preso en los Estados Unidos, en la Copa América de 2015 les entregó a todos los presidentes de cada federación 1.500.000 dólares. Domínguez, como presidente de la federación paraguaya, lo agarró, pero ese dinero no ingresó en la federación. Hay que saber dónde está ese dinero y la Justicia americana está investigando. Domínguez sabe que él es cómplice de la corrupción. ¿Por qué? Domínguez fue miembro del comité ejecutivo de Juan Ángel Napout en 2014 y 2015. Fue directivo de la Conmebol? Y cada día los clubes están más pobres en Sudamérica, y la Conmebol, más rica. Los miembros del comité de la Conmebol cobraban 40.000 dólares y los que están en comisiones en FIFA cobran otros 50 o 60.000 dólares. O sea, ganan 100.000 dólares por mes. ¡Ni un futbolista los gana! Contra eso lucho. Estos personajes tienen que estar presos. Llamar a elecciones y que de todo el dinero que ingrese por sponsors, solo el 10% le permita mantenerse a la Conmebol y el resto vaya para las federaciones. Y velar por el destino de ese dinero. Eso sería dejar un legado, no hacerse multimillonarios a expensas del fútbol. -Tampoco confiás en la nueva FIFA?-Infantino es el jefe de la corrupción. ¿Por qué? Porque tiene como presidente del comité de finanzas a Alejandro Domínguez. Una persona que en Paraguay no podía librar un cheque. Está sancionado por el Banco Central de Paraguay porque todas sus empresas están en quiebra, entonces, ¿cómo va a ser el presidente de finanzas de la FIFA? -Si Julio Grondona estuviese vivo?-?Estaría preso. Por eso es muy importante también que la Justicia americana siga investigando y la argentina también. Hay que ir a buscar dónde está ese dinero, porque es dinero del fútbol. Hoy los hijos viven de privilegios. -¿Cómo ves a Maradona dirigente?-El papel de Maradona es muy triste. Antes de las elecciones apoyaba al hijo del rey y lo destrozaba a Infantino, y ahora trabaja para él. Sabemos que Maradona por un pancho y una Coca se da vuelta. Hace un papel triste, lo usan de monigote, no tiene peso. Mis valores no tienen precio. -¿Todavía soñás con ser presidente de Paraguay?-Es un desafío. Obviamente mi vida cambiaría totalmente, sería mucho sacrificio. Mi esposa y mi hija me dicen que sería una picardía que me metiese en la política. Pero observo y no me gustaría que mi país cayese en manos de los socialistas. Si en Paraguay hubiera continuado el cura sinvergüenza de Fernando Lugo hubiéramos estado peor que Venezuela. Mi meta es tratar de bloquearlos. Porque para mí el socialismo del siglo XXI sirve para fomentar vagos. Ellos arreglan todo con la lengua, pero a la hora de presentar proyectos y trabajar no existen. Se vuelven multimillonarios a costilla del pueblo y engañan a la gente. Si veo que mi país corre peligro, para las elecciones de 2023 me meto. Me meto de lleno. -¿Vas a la iglesia?-Acá no, pero en Paraguay sí. Voy a la virgen de Caacupé, es como la virgen de Luján. Soy creyente. A los 7 años tuve una hepatitis, los médicos no sabían qué tenía, me querían operar para ver qué tenía adentro; ya en el quirófano, pateé y tiré trompadas, entonces el médico se cansó, me arrojó sobre mi madre y le dijo: ??Lléveselo, tiene 6 meses de vida''. Y mis padres me llevaron a un curandero en Luque, que preparó hierbas medicinales y me curó. Por eso siempre dije que Dios es amigo mío. ¿Por qué? Porque si me hubieran operado, en ese año, el 72, me hubiese muerto. -Te has mostrado muy crítico con el papa Francisco. -Soy católico, pero no comulgo con la manera que se está manejando el papa Francisco. Debería hablar de la religión y no meterse en la política. Ha cometido actos que a mí me molestan muchísimo: se reunió con Chávez, se reunió con los Castro, se reunió con Maduro, o sea, muchos dictadores que mataron. Se reunió con Dilma Rousseff, con Cristina? Con ellos todas son sonrisas, todo es perfección, y a Mauricio Macri le pone una cara de tujes y le da 20 minutos de atención? No ha venido nunca a la Argentina, pasó por arriba, podría haber parado en una escala técnica y saludar al pueblo argentino. En la vida hay que ser agradecido, él nació en la Argentina. También marcó que en Sudamérica íbamos buscando la ??Patria Grande'', pero dijo que los países dieron un vuelco al capitalismo, que mata de hambre a la gente. Y yo digo: el capitalismo es el único sistema que ayuda a la gente a salir de los problemas, porque si cayó la Unión Soviética y cayó el Muro de Berlín, entonces, él es un incoherente? Dice que tenemos que vivir en paz y en armonía y él mismo genera el odio separando a la gente de cada país. Ocurrió en Chile, manifestando que hay que traer pruebas contra el cura pedófilo, y la prueba es contundente: está la persona que sufrió esa violación. ¡¿Más pruebas contundentes que esa?! Él habla de tener fe en Cristo y saber perdonar, pero yo me pongo en la piel de esos padres que sufrieron las aberraciones y que el Papa manifieste esta idea es muy penoso. Soy católico, creo en Dios, pero el Papa es un ser humano común y corriente como nosotros. -¿Por qué respaldás a Macri?-La gente quiere que Macri sea un mago y con una varita solucione todos los problemas de un país que estaba devastado cuando él asumió. Porque tomó un país devastado y lanzó a la Argentina al mundo. La tragedia que vivió el submarino San Juan y el dolor de sus familiares merecen investigar hasta el final para descubrir a esos personajes que se quedaron con los presupuestos y nunca hicieron el mantenimiento que el submarino exigía. Pongo este ejemplo y pregunto: ¿cuántos países se pusieron a disposición para ayudar a buscar al submarino? Muchos. Eso demuestra que la Argentina está bien vista a nivel internacional. -¿Vos invertís en la Argentina? -Sí, invierto acá y en mi país. Claro que se necesita una seguridad jurídica, primero, pero además, de nada ayudan esas manifestaciones tirándole piedras a la policía. Hoy las noticias llegan al mundo en un segundo, y cuando ven eso, nadie quiere invertir. Ustedes tienen un país maravilloso y yo veo que Macri hace el esfuerzo para sacarlo adelante. -Mucha gente se queja de los ajustes. -Sí, escucho a la gente quejarse, es cierto? Pero pregunto: ¿qué hubiera pasado en la Argentina hoy si hubiese ganado Scioli? Una persona que hizo campaña, recorriendo el país, con una mujer, pero cada uno en su vida privada tenía sus amantes. O sea que se burló del pueblo argentino. Entonces, ¿quién es el que no tiene valores? Si ganaba Scioli, la Argentina iba a estar peor que Venezuela. -En tu Twitter (@JoseLChilavert_) tenés posiciones muy duras. ¿Por qué abriste la cuenta? -Mucha gente quiere decir cosas y no puede? Por ejemplo, ante lo que pasa en Venezuela no podemos mirar para otro lado mientras los hermanos venezolanos están pasando hambre y los matan. Maduro es un asesino. Por pensar diferente no podés matarlos, es tu gente. Me escriben desde Venezuela y me dicen ??Gracias José Luis, eres la voz de Venezuela''. Es una manera de denunciar que están matando a inocentes. Lo que ha hecho con Oscar Pérez fue un evidente asesinato... es lesa humanidad. ¿Dónde está la ONU, dónde está la OEA? ¿Por qué no actúan? ¿Y los derechos humanos? ¿Por qué no lo sacan a Maduro? La gente huye en bandadas de Venezuela porque se muere. Por eso también le caigo al Papa: ¿por qué no habla y le dice a Maduro ??pare, no mate más gente''? Nada más eso le pido. Si él es tan drástico con otros, ¿por qué no con Maduro? Hoy, hasta algunos discuten si lo que está pasando en Venezuela no es un invento de cierta gente de derecha, y no es así. El misil que les tiraron a Oscar Pérez y su gente no fue una película, fue la realidad. Y además les pegaron un tiro en la cabeza a todos, los ajusticiaron. -¿No tenés miedo?-No, no, hasta ahora nunca me pasó nada. Ser un referente del fútbol mundial encierra un rol, y hay que denunciar estas cosas. Yo no nací para mirar para otro lado.

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