En lo que va del año, los alimentos de la canasta básica familiar aumentaron un 10% y, en su mayoría, las consultoras económicas proyectan hasta abril una inflación del 7%. Sin embargo, el Gobierno persiste en su objetivo inflacionario anual de 15%.
A los aumentos en la nafta, en el Impuesto Inmobiliario para la provincia de Buenos Aires (ya llegaron facturas con subas de hasta 900%), y en las tarifas de gas y de luz, los consumidores deben sumarle un 10% para los alimentos de la canasta básica familiar; los más sensibles: harina, huevos, leche fluida y en polvo, y aceite.
Todo ese combo, arrojaría una inflación para el mes de enero cercana a 1,4% y para abril alcanzaría el 7%, complicando aún más la situación económica para el Gobierno, que en diciembre anunció como objetivo un 15% anual. Vale recordar, esa marca también afecta a la cartera laboral, ya que, por decreto, el presidente Macri fijó el techo de paritarias en ese mismo porcentaje, sin cláusula gatillo.
A la fecha, la canasta básica alimentaria (CBA) ronda los $8.108,98 por mes y para que una familia no caiga por debajo de la línea de pobreza debe tener un ingreso mensual cercano a los $16.847,24 según el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). El dólar se acerca a los $20 (hoy cerró en $19,85) y eso impacta de lleno en la nafta y, por decantación, en los alimentos.
Lo cierto es que el Gobierno no puede dar marcha atrás con los aumentos que ya anunció en tarifas (20% luz), prepagas (20%) y transporte (33% el colectivo, el boleto mínimo se va a $8, y 38% el tren) que se van a aplicar en febrero. La nafta ya subió entre 6% y 8% a principio de 2018 (un 66% en dos años de gestión Cambiemos) y, lógicamente, la suba se trasladó a los alimentos, por costos de distribución.
Y los aumentos no paran, porque el gas va a salir un 40% más caro en abril y el subte un 47% (el mínimo saldrá $11). También, sube un 12% la telefonía celular.
El Gobierno no encuentra la receta para estabilizar la economía, el dólar se dispara y la inflación no da tregua. Lamentablemente, el panorama para los próximos meses no es nada alentador.