Política

Martín Insaurralde: "No podemos discutir el liderazgo de Cristina Kirchner en el PJ"

Las fotos que pueblan el despacho de Martín Insaurralde hablan de un dirigente difícil de encasillar. Entre pantallas que monitorean las calles de Lomas de Zamora y un televisor clavado en un canal de noticias conviven imágenes que lo muestran con Diego Maradona , Julio Falcioni, Néstor Kirchner , Cristina Kirchner , Barack Obama , Mauricio Macri y María Eugenia Vidal . Haciendo gala de esas dotes de equilibrista, el intendente protagonizó en las últimas semanas algunos de los encuentros políticos más importantes del incipiente camino hacia 2019. Promotor de la jefatura de Gustavo Menéndez en el PJ bonaerense, de buena relación con el kirchnerismo y con Sergio Massa , procura pararse por encima de las tensiones internas del peronismo y propone construir una fuerza que pueda ganarle al Gobierno. "No podemos discutir el liderazgo de Cristina", toma partido, en una entrevista con LA NACION, pero evita definiciones sobre candidaturas. "Una gran PASO es lo más recomendable", dice. -Estuvo hace diez días con Máximo Kirchner. ¿Qué diferencias tiene el PJ bonaerense con el kirchnerismo? -Hay muchas coincidencias con la enorme mayoría de dirigentes, porque aprendimos de los errores. Perdimos las últimas tres elecciones. Algo hicimos mal. -¿Por qué perdieron en 2017? -No tengo la respuesta. Hay sectores que hoy se quejan, porque les cuestan más el transporte y las tarifas, que no están contentos con muchas medidas del Gobierno. Puede ser que esos sectores tampoco quieran que les vengan con la misma fórmula que ya dieron por cerrada. Ese es el desafío del nuevo peronismo. -¿Hace falta una autocrítica más profunda? -La estamos haciendo: renovamos autoridades, cambiamos la metodología, hablamos con todos. Ojalá podamos conformar una fuerza para ganar en 2019. Creo mucho en los hombres y mujeres de este gobierno, tengo relación con muchos que tienen buenas intenciones. Ahora, este programa económico no le ha dado a la Argentina ninguna satisfacción. Y nuestro camino, el de los sectores populares, del peronismo, es el consumo, la reindustrialización, la sustitución de importaciones. -Usted y los intendentes del Grupo Esmeralda planteaban la necesidad de encontrar nuevos liderazgos, pero la candidata volvió a ser Cristina. -Su candidatura fue la mejor opción: sacó 37, 5 puntos. Nos faltó para ganar, pero también hay que entender que es un gobierno nuevo, que la gente sigue esperanzada. María Eugenia Vidal es la dirigente con mejor imagen. Cuando creamos el grupo veníamos de perder en 2015 y no sabíamos qué iba a hacer Cristina. Pero el día que ella vuelve a la política activa es indiscutible en ese camino. -¿El liderazgo de Cristina sigue siendo el de más peso? -Como dirigentes intermedios no podemos discutir el liderazgo de Cristina. Podemos contribuir para que Cristina y todos construyamos una fuerza que sea mayoría. -¿Le gustaría que volviera a ser candidata? -Falta un montón. Seguir pidiéndole a Cristina? No sé quién puede ser candidato. A los gobernadores les pasa lo mismo que a los intendentes. Hay una responsabilidad de gobernar. No veo un gobernador caminando el país para ser candidato a presidente. -¿Cristina tiene techo electoral? -No, ni Cristina ni nadie tiene un techo electoral. Es muy impredecible la política. En la Coalición Cívica habrán pensado que el techo de Carrió era el 1% y ahora sacó el 50%. -¿Pueden convivir en un mismo proyecto el kirchnerismo y el Frente Renovador? -Creo que sí. Algunos dirán que no. Pero si no confluyen, después que no se quejen. -¿No hay diferencias de fondo entre Cristina y Massa? -Los dirigentes tenemos que mirar la realidad. Eso te lo da cómo vota la gente y quiénes gobiernan. Si tengo un caudal de votos determinado y después la gente deja de creer en mí, tengo que adaptarme a la realidad. Es como cuando a mí me decían que había que votar todo en contra. No, pará. Tengo un millón de habitantes y la provincia tiene 15 millones. No voy a estar en contra de todo, porque les hace mal a los vecinos. Eso lo tienen que entender muchos dirigentes de la oposición. -A fines del año pasado usted y otros intendentes se reunieron en la Casa Rosada con Frigerio y Diego Bossio. ¿Para qué? -Fuimos a presentar a las nuevas autoridades del PJ y a hablar de los municipios. Bossio hizo de nexo, como diputado por la provincia. A mí me votaron y me pagan por gestionar los problemas de los vecinos. -¿Pueden convivir en un proyecto los que dicen que la reforma previsional es un "saqueo" y los que la votaron a favor? -Depende del lado del que se mire. Está claro que la reforma previsional es un cambio de matriz. ¿Siempre meterles la mano a los mismos para buscar un acuerdo político, económico y social? Creo que se podría haber hecho de otra manera. Pero es verdad que la provincia se benefició con $65.000 millones y en el lugar en que estamos los intendentes no podemos resolver de qué forma le dan la plata a la provincia, sino pelear por eso. Muchos de los que han acompañado entienden que la reforma es el daño menor. -¿De Vido y otros exfuncionarios son presos políticos? -No me quiero convertir en un opinólogo de cómo funcionan las causas. Es evidente que hay procesos que la Justicia no está acostumbrada a ver. Ahora, sobre lo que tiene que ver con la culpabilidad no opino. -Un kirchnerista diría que es un tibio. -No, trato de contribuir a la paz social. Si creen que ser un tibio es no poner más leña al fuego, no lo considero así. -Llegado el momento, ¿cómo se define la candidatura de ese frente que quieren armar? -Una gran PASO es lo más recomendable. Pero también debe formar parte de las expectativas y no de los caprichos. Tiene que ver con que en esa interna, más allá de que esté claro el ganador, las expresiones minoritarias traigan al frente electoral su caudal de votos.

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