La información se hizo pública anoche, con la actualización de los datos monetarios, y sorprendió al mercado. El lunes, cuando la corrida cambiaria ya era un hecho, al punto que obligó al Banco Central (BCRA) a descargar US$ 165 millones de las reservas sobre la plaza cambiaria para que el precio del billete no se disparara, la entidad le compró al Tesoro nacional US$ 500 millones a un precio promedio de $ 17,7017, casualmente, la cotización que tan férreamente se dedicó a defender ayer para el tipo de cambio. La entidad monetaria le había hecho compras al Gobierno ya en dos oportunidades durante el mes pasado y por idénticos montos: fue durante el 10 y 24 de julio, cuando debió inyectar a la economía $ 8467 millones y $ 8669 millones con dicho fin. En ese momento terminó con la abstinencia de tres meses que llevaba al respecto, ya que había que remontarse a abril para dar con intervenciones de este tipo. En aquel mes, el BCRA le había comprado al Tesoro unos US$ 2000 millones provenientes de las colocaciones de deuda en mercados del exterior que utilizaba para fortalecer sus reservas, tras haber hecho pública su decisión de intentar fortificarlas por esta vía. Pero las compras de julio y la del lunes último generan polémica, porque se sucedieron en un contexto de mercados alterados y con el precio del billete encareciéndose. Pero en la entidad que comanda Federico Sturzenegger sostienen que son operaciones que les sirvieron para calzar la intervención sobre el mercado y evitar o minimizar su impacto monetario, dado que, por un lado, emiten pesos que retiraron por otro al tener que vender reservas.
