Seguridad

Un barrio que no quiere genocidas

Los vecinos del Bosque Peralta Ramos, en Mar del Plata, saldrán a la calle para repudiar la presencia del represor. Marcharán hasta su casa y harán una volanteada como antesala de la movilización que habrá mañana en el centro de esa ciudad. "Lo queremos en una cárcel común", explicó a la AM 750 Ana Pecoraro, hija de una de víctima de la dictadura.

Las familias que viven en el Bosque Peralta Ramos, al sur de Mar del Plata, “estallaron”. Esta tarde se movilizarán y realizarán una señalización en el barrio para indicar dónde está la casa en la que el genocida Miguel Etchecolatz, cumple prisión domiciliaria. En los alrededores harán una volanteada para que todos se enteren quién vive allí, qué crímenes cometió y repudiar su presencia. “Los que tenemos que estar tranquilos somos nosotros, los que tienen que estar intranquilos son ellos”, los represores, definió Ana Pecoraro, víctima del terrorismo de Estado. La denominada Caravana contra la impunidad de los vecinos marplatenses será la antesala de la masiva movilización convocada por los organismos de derechos humanos locales prevista para mañana a las 18 en el centro de esa ciudad. La reacción de los vecinos de El Bosque fue espontánea y motu proprio a través de la cuenta de Facebook que tienen en común, y mediante mensajes de WhatsApp, donde “estallaron con comentarios: ‘Qué hacemos’, ‘No lo queremos en el barrio’”, fueron algunos de los mensajes, según reveló Pecoraro durante una entrevista por AM 750. “El lugar es muy tranquilo, alejado de la ciudad” y todos se conocen; por eso "la reacción fue maravillosa", elogió. Luego de acordar el rechazo, los vecinos “se contactaron con los organismos y se organizaron”, se sorprendió Ana, quien es coordinadora del Espacio para la Memoria del ex centro clandestino de detención ESIM-El Faro. La Caravana contra la Impunidad, entonces, tendrá lugar hoy a partir desde la 17:30 en Don Arturo y Circunvalación Mario Bravo, en una de las entradas de El Bosque Peralta Ramos. Habrá una volanteada y una señalización de las calles hasta la vivienda donde está alojado Etchecolatz. Pecoraro destacó que ese tipo de actividad evoca “los escraches que hacía la organización HIJOS y a través de los cuales se apelaba a la condena social, al rechazo del barrio y al repudio de la sociedad”. No es la primera vez que la presencia del ex jefe de Investigaciones de la Policía bonaerense y responsable de mantener aceitado el temible Circuito Camps genera rechazos en Mar del Plata. Cuando por primera vez llegó a esa misma casa, en 2002, fue declarado persona no grata por la Municipalidad local. Pecoraro reconoció que el retorno del genocida a ese barrio “fue perturbador” tanto para ella, que es hija del desaparecido Enrique Pecoraro, como así también “para la infinidad de sobrevivientes que están vinculados de alguna manera (como víctimas) a Etchecolatz. “Él representa la monstruosidad, lo peor del ser humano y del terrorismo de Estado. No lo queremos en Mar del Plata ni en ningún lado, solo en una cárcel común”, definió la militante, quien sospecha que el represor “no debe estar muy tranquilo” con todo el rechazo que está generando. En rigor, concluyó, “las víctimas somos las que tenemos que estar tranquilas, los que tienen que estar intranquilos son ellos”.

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