Política

Graciela Ocaña: "Votaría la expulsión de Cristina del Senado"

La primera candidata a diputadas de Cambiemos en Provincia quiere más legisladores propios para expulsar a Julio De Vido. Además, le resta dramatismo al resultado del domingo. "La verdadera elección es en octubre", dice.

Graciela Ocaña, la primera candidata a diputada del Cambiemos en Provincia, podría haberse incorporado al Gobierno tiempo atrás. Su nombre sonó fuerte, cuando Mauricio Macri pensó en intervenir la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) que hoy controlan Claudia Tapia y su suegro Hugo Moyano, a quien Ocaña denunció por el manejo de las obras sociales. “Alguien le metió el miedo al Presidente”, cuentan allegados a la "Hormiguita"- como la bautizó Elisa Carrió- sobre la posibilidad de que la Argentina quedara desafiliada de la FIFA y los argentinos sin fútbol oficial. A cuatro días de las PASO, considera que la primaria mostrará el estado de situación de la opinión pública, que funcionará como una primera vuelta, pero que la verdadera elección se juega en octubre. Sabe que una porción del electorado está enojada con el Gobierno, tarifazo mediante, pero que igual le dará su confianza al Gobierno. Intentó desafiar a quien considera su amigo, Horacio Rodríguez Larreta, en 2015, cuando compitió contra Martín Lousteau y después lo apoyó. Apoyó a Cambiemos en las presidenciales, pero funcionó como un satélite hasta hace un par de meses, cuando aceptó el ofrecimiento de María Eugenia Vidal -que pugna por transferir su imagen a sus candidatos, al "equipo" oficialista. “Yo aporto todo mi trabajo con adultos mayores y mi compromiso en la lucha contra la corrupción y mi lucha contra las mafias. Tenemos una empatía con María Eugenia. La admiro por esas peleas que da contra un sistema que funcionó 25 años en la Provincia y corrompió a todas las instituciones del Estado”, asegura en su despacho en la Legislatura porteña sobre su rol en la coalición de Gobierno El domingo volvió a hacer campaña en la televisión con Elisa Carrió, su jefa política hasta 2003, cuando decidió aceptar la invitación de Néstor Kirchner para ser interventora en el PAMI y luego el ministerio de Salud. De Provincia a la Ciudad, del ARI al Gobierno de los Kirchner, de allí al radicalismo, la aventura de una fuerza propia en la Capital y una candidatura en Provincia con el macrismo. Ella no cree que el electorado le facture su devenir político. “La verdad que yo hice política, fui funcionaria y me fui haciendo denuncias desde adentro del Gobierno. No volví a un cargo que había dejado, como otros. Me costó bastante. Tuve la oportunidad como independiente de que me pidieron si quería sumarme a la propuesta del radicalismo y de Francisco De Narváez en el UDESO en 2001. Me ofrecieron ir como diputada, pero el Congreso funcionaba como una escribanía y el UDESO se rompió. Decidí construir una fuerza propia Confianza Pública. Ahora estamos trabajando en Cambiemos”, relata. ¿Y Lousteau? Martín ya en 2015 apoyó a Margarita Stolbizer. Tenemos una lectura distinta de lo que se pone en juego. El cree que lo pone en juego es la jefatura de Gobienro. Para mí se va a disputar en 2019. Se pone en juego si el cambio que votamos en 2015 se profundiza y podemos lograr avanzar. O se vuelve al pasado o se profundiza el cambio. Martín aceptó ser embajador e hizo una muy buena gestión en Estados Unidos por el Gobierno de Cambiemos. No cree que el escenario político vaya a modificarse si Cristina Kirchner se impone el domingo. “No tengo la hipótesis de que termine ganando. Además la elección es en octubre. A nivel nacional Cristina tiene una representación minoritaria. Aceptamos al cambio que vemos en la calle. Sabemos que hay problemas pero el cambio se va a profundizar y va a avanzar”, asegura. Critica el modo en que se hizo el aumento de tarifas, pero defiende la medida de fondo. “Son medidas duras que había que tomar”, señala, al tiempo que festeja “la red de contención” -que en su opinón- trazó el Gobierno, la “reparición histórica para los jubilados”, la ampliación de la AUH y el avance de los créditos hipotecarios. Reconoce que la economía no arrancó en el tiempo y en la forma en la que esperaba el Gobierno, pero funce el ceño cuando se compara el discurso de Cristina Kirchner contra las mafias con el del Gobierno. “Cristina nunca peleó contra una mafia. Valoro la pelea de María Eugenia contra una estructura de poder de corrupción en la Justicia, en la Policía y valoro la pelea que está dando contra el narcotráfico”, insiste. -¿Qué ofrece Cambiemos? -Cambiemos es la garantía para que no existan más (Julio) De Vido, ni coimas de Odebrecht. Vamos a volver por la expulsión de De Vido y votaría también la de Cristina del Senado si fuera posible. El Congreso no puede ser un aguantadero, por eso tenemos que aumentar el número de diputados y senadores para dar esa batalla.

To Top