Seguridad

Cómo fue el operativo secreto para detener al hijo de Aldo Ducler por extorsionar a la familia Eskenazi

Juan Manuel Ducler le habría exigido plata a Sebastián Eskenazi para no hablar sobre el negocio del Grupo Petersen en YPF. Detalles del operativo de película.

Cuando Juan Manuel Ducler vio los 300 mil dólares sobre la mesa pensó que le había ganado a la familia Eskenazi. Sin embargo, a la salida de un edificio de la calle Cerrito 740, el hijo de Aldo Ducler fue detenido por agentes de la Policía Federal (PFA). Pasó la noche alojado en la alcaída de Investigaciones que la fuerza de seguridad tiene en el cruce de Madariaga y General Paz junto a sus dos abogados, Alejandro Sánchez Kalbermatten y Pablo Brugo, también arrestados. Todo comenzó a principios de diciembre, cuando Ducler le habría exigido 20 millones de dólares a Sebastián Eskenazi, representante del Grupo Petersen, propiedad de su padre Enrique Eskenazi, a cambio de no revelar información de su ingreso en 2008 a YPF durante el gobierno de Cristina Kirchner. El juez de instrucción 40 de la ciudad de Buenos Aires, Rodolfo Cresseri, imputó a Ducler, Sánchez Kalbermatten y Bruggo por el delito de extorsión a los Eskenazi, según le confirmó una fuente de la investigación a TN.com.ar. El magistrado aceptó realizar el operativo secreto para detener a los tres. La cumbre en la que los Eskenazi le entregaron 300 mil dólares a Ducler como adelanto del supuesto pacto de silencio fue realizada el jueves en la sede que el Grupo Petersen tiene en el centro porteño. En un operativo cinematográfico, justo el Día de los Inocentes, Ducler cayó en la trampa de los Eskenazi. El juez, para utilizar el pago como prueba, había ordenado instalar cámaras, micrófono y billetes marcados. Afuera lo esperaban policías de civil. Ducler se convirtió en denunciador denunciado. El hijo de uno de los financistas de Néstor Kirchner en Santa Cruz denunció el 1 de junio que su papá murió en circunstancias extrañas en la vía pública. Su papá, de 75 años, quería ser un arrepentido de los fondos de Santa Cruz, pero la muerte lo encontró en la avenida Corrientes 400. Seis meses después, a diez cuadras de allí, la Policía Federal encontró in fraganti a su hijo.

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